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Luis Aragonés dejó al Mallorca a la orilla de Europa y se marchó al Atlético de Madrid, y ahora, tres años después, abre su segundo ciclo en la Isla con otro guiño a un torneo del viejo continente. Es la UEFA, el hermano pobre de la Liga de Campeones, pero una competición de enorme rango para un club que tiene escaso recorrido internacional. El técnico madrileño ha llegado a tiempo para saldar una antigua deuda, y ante el Apoel de Nicosia (Son Moix, 21.00 horas) buscará un marcador que le permita acceder a la segunda ronda y de paso rehabilitar a una plantilla que ha vivido demasiadas emociones desde que arrancó el curso 2003/04. Apenas 48 horas después de deshacer la maleta y asumir el mando de las operaciones, Aragonés se va a encontrar sentado en el banquillo y dirigiendo un partido internacional. El destino no le ha dado margen de maniobra al de Hortaleza, que deberá tirar de experiencia y conocimientos para cambiar la orientación y la dinámica de un grupo que se ha acostumbrado a perder en Liga y a abrir los ojos en el resto de competiciones. Ya ganaron en Chipre, y lograron zarandear al Sabadell en la Copa del Rey.

El Mallorca va a jugar con colchón, porque aceleró en Nicosia (1-2) y se allanó el camino hasta la siguiente fase. Un gol de Toni González y otro del delantero holandés Arnold Bruggink le permitieron al grupo que, por aquel entonces dirigía Jaime Pacheco, conseguir un triunfo balsámico y que les protegía para la cita de esta noche. Aquí ya no influirán los elementos, ni la presión de la hinchada chipriota, ni las dimensiones del terreno; el Mallorca tiene la eliminatoria cuesta abajo y simplemente debe cumplir. Luis Aragonés no va a tener finalmente que improvisar una defensa, porque a pesar de que Poli y Lussenhoff ya eran baja por lesión, el extremeño David Cortés ha conseguido superar su proceso febril a causa de una amigdalitis y actuará en el lateral derecho, mientras Miquel Angel Nadal y Fernando Niño seguirían formando pareja de centrales y Toni González jugaría como lateral izquierdo. En principio, el entrenador madrileño no tiene previsto modificar mucho la estructura del centro del campo que había diseñado Tomeu Llompart, por lo que es muy probable que Campano y Nené jueguen por los flancos, con Colsa y Nagore formando en el doble pivote. Lo que está claro es que Samuel Etoo y Arnold Bruggink jugarán arriba.

El rendimiento del conjunto de Uhrin es una incógnita, porque los equipos chipriotas -al igual que los turcos o los griegos- suelen bajar mucho su rendimiento lejos de sus estadios. El Apoel volverá a apelar a la entrega y al juego colectivo para tratar de conseguir un milagro, es decir, eliminar al Mallorca de la UEFA y seguir avanzando en la competición. El grupo de Luis Aragonés inicia una semana muy interesante, en la que acabará jugando en el Vicente Calderón ante el Atlético de Madrid. Olaizola lo calificó como un previo, pero será un examen en toda regla.