Valerón y Torres realizan un ejercicio en el último entreno efectuado ayer, bajo aguanieve, en el estadio Ullevaal.

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Luis Villarejo|OSLO
La selección española pone en juego esta tarde el crédito y la imagen del país en un partido trascendental y repleto de vértigo. Desde el año 92, fecha en la que el equipo de todos quedó fuera de la Eurocopa de Suecia, la selección ha estado presente siempre en las grandes citas: Eurocopas, Mundiales y Juegos Olímpicos. Nunca ha fallado. Once años, poco más de una década, donde el fútbol español ha puesto su techo en los cuartos de final de cada torneo de enjundia. Hoy, después de pasearse muchos años en las fases previas, se encuentra con un partido atípico, extraño, incómodo y un rival -Noruega-, que no apuesta por la estética de este deporte.

Con mucho frío, bajo cero en las últimas horas y un campo que esta mañana amanecía cubierto de nieve, aunque con la promesa de ver la calefacción del césped enchufada según los empleados del funcional Ullevaal Stadium, España quiere demostrar, cuentan sus futbolistas en privado, que Noruega no puede tener tanta suerte en su vida. Una vez vale, dos también, pero tres veces con la fortuna de aliado es un argumento que no puede sostenerse en el mundo real. Iñaki Sáez está obligado a cambiar por la baja de Marchena. Con tanto jugador apercibido, sabía que alguno se iba a caer del cartel. Y siendo defensa central, con más opciones aún de salir del grupo. El más cerebral el sábado en Mestalla fue Iván Helguera. Agarrado por detrás en el gol de Iversen, el cuerpo le pedía guerra para poner a caldo al árbitro, el inglés Graham Poll, pero enseguida pensó que tenía una amarilla, contó hasta tres en alto y se ahorró una amonestación que sí podría haber inquietado un poco más si cabe al seleccionador.

En este tipo de partidos son fundamentales los hombres más expertos. Del comportamiento de la columna vertebral que integran Helguera, Baraja y Raúl depende en buena medida el devenir de España. Noruega se presenta con dos bajas, una de ellas muy sensible. Henning Berg, 34 años, y capitán del equipo se pierde el partido del año en Oslo. La sanción también le llegó a él por acumulación de amonestaciones. Es Berg un individuo duro, que dio leña y sacó codos especialmente a Raúl, al que conoce bien de sus duelos con el Manchester United. Su baja será cubierta en principio por otro ex del United, Ronny Johnsen, ahora en el Aston Villa. Strand es baja además por lesión.