El Mallorca frena en seco (3-1)

CARLOS MONTESDEOCA. MÀLAGA
El Mallorca se hundió en La Rosaleda en su noche más frágil. Los despistes defensivos y un penalti desperdiciado por Samuel Etoo, con empate en el marcador, le permitieron al Málaga quebrar la racha de cinco victorias consecutivas con la que se presentó el grupo de Luis. La derrota frena la escalada isleña aunque le mantiene al acecho de los mejores.

El Mallorca aflojó en su nivel de citas precedentes. Los laterales se mostraron nerviosos, el centro del campo ni robó ni creó y la delantera apenas se dejó ver. Esta vez, y eso también cuenta, la suerte no le miró a los ojos. Pese a la derrota, el conjunto balear estuvo a punto de agarrar tres puntos increíbles cuando disfrutó de un penalti que Calatayud le detuvo a Etoo. La derrota llega a tres días de jugarse su futuro en la Copa y a una semana de recibir la visita del Real Madrid en la despedida del año.

El Málaga salió al campo crecido en los primeros minutos, durante el tiempo que empleó el Mallorca en buscar acomodo en el terreno. Luego cedió a la agresividad rojilla y aguantó aliado a la fortuna en un par de lances concretos, sobre todo en un primer tiempo que murió con las camisetas rojas en el área de Calatayud. En el segundo acto, el penalti y un mano a mano yerrados por Etoo revitalizaron a un Málaga que se tiró de cabeza a por la victoria, redondeada ya en el descuento por una pena máxima que Salva transformó.

Le costó al Mallorca entrar en el partido. El Málaga le apretó en los primeros minutos y le asustó con la zurda de Duda, la velocidad de Edgar y la potencia del renacido Salva Ballesta, tan peligroso cuando está en racha como inocente si no tiene la tarde. Un envenenado centro de Duda que despejó Poli arriesgándose al penalti y un error de concentración defensiva originó el gol malacitano.

Duda botó el córner, Salva peinó en el primer palo y en el segundo Fernando Sanz, anticipándose a Gonzalo Cosa, metió su testa mientras se caía para batir a Leo Franco y retratar a toda la defensa, que se quedó mirándose entre sí buscando al culpable. Un gol de los años 50, fabricado en el laboratorio y que sonrojó a Luis Aragonés, amante de los pequeños detalles.

Al gol de Fernando Sanz se unió la lesión de Campano. El sevillano se resintió de sus problemas musculares y no aguantó más de veinte minutos. El dominio local era notable. Sólo el brasileño Nené, que soltó su diestra desde la frontal tras una gran acción individual, se atrevió a cruzar al otro lado.

El grupo de Luis pasó sus peores momentos. Colsa y Marcos no hallaban la fórmula para superar a Romero y Miguel Àngel, Salva sacaba de su sitio a los centrales y los extremos tenían problemas. El Málaga tumbó el campo a los costados y los rojillos se acercaron al abismo.

Pero el ecuador del primer tiempo alumbró otro partido. El Málaga dejó de crear, lo rifó todo al pelotazo a Salva y desperdició el campo.

Su bajada de tensión resucitó al muerto vestido de rojo y negro. El Mallorca dominó antes del descanso y descubrió flaquezas en la defensa de su rival. Sin alardes y con poca presencia en las bandas, pero con una actitud encomiable.

En medio de esa alteración del choque, Samuel Etoo se asomó al balcón para lograr el empate. El camerunés aprovechó un medido centro desde la derecha de Raúl Martín para batir por bajo a Calatayud. Colsa se adueñó entonces del mando de las operaciones, el Málaga se atascó y el encuentro fue de dirección única. El cántabro y Nené dispusieron de dos disparos rechazados por el portero y la defensa. El colegiado señaló el descanso y la grada suspiró.

El segundo tiempo comenzó caliente. En los dos primeros minutos, el Málaga protestó un posible penalti y desperdició un indirecto dentro del área. Entonces llegó el protagonismo del árbitro. Moreno Delgado señaló penalti de Fernando Sanz a Correa a instancias de su asistente y la grada se volvió loca. Dos minutos de jaleo y Etoo tomó el balón. El camerunés fijó su mirada y golpeó el cuero, Calatayud voló a su derecha y evitó el 1-2 y quizás la sentencia. Esa acción hundió al Mallorca, en especial a Etoo, y provocó la rabia de su rival. Instantes después de esa jugada, el camerunés se plantó solo ante Calatayud y el portero malacitano volvió a adivinarle las intenciones. Ahí murió el Mallorca y revivió el Málaga.

En el minuto 70, el conjunto de Juande Ramos pilló en una contra a su rival y firmó el segundo. Fue una jugada extraña. Canabal y Duda se intercambiaron los papeles y el centro del delantero centro fue rematado por el interior izquierdo ante la pasividad de la zaga isleña. El mundo al revés.

El Mallorca se apoyó en un par de lanzamientos de falta que Bruggink y Stankovic tiraron a la basura y el Málaga apuntilló en el descuento. Poli derribó a Salva y el ariete rubricó su encuentro con su noveno gol de la temporada.

Alejandro Campano no tiene suerte. El centrocampista sevillano reaparecía ayer después de la lesión muscular que le impidió jugar ante el Valladolid, pero sólo aguantó un cuarto de hora. El jugador sevillano notó de inmediato que no estaba en las mejores condiciones y, para evitar males mayores, Luis le sustituyó por Raúl Martín.

Aunque en principio la lesión no reviste gravedad, Campano no jugará el miércoles en la Copa del Rey y es seria duda para el encuentro del próximo domingo en el estadio de Son Moix ante el Real Madrid.

Su sustituto en el partido de ayer, el también sevillano Raúl Martín, cumplió con creces y en sus botas nació la jugada del único gol mallorquinista, anotado por Samuel Etoo. Luis confía en las cualidades de este joven futbolista que llegó a la isla hace un par de temporadas procedente del Motril y que este año está gozando de más protagonismo.

La aparición de Raúl Martín ha taponado la hemorragia de una demarcación, la de interior derecha, que no tiene demasiados efectivos. En la recámara aparece la figura de Finidi George. El nigeriano lleva varias semanas entrenando con el Mallorca con el objetivo de ponerse bien físicamente. En ese caso, el club tramitaría su ficha el próximo 1 de enero, cuando se abra oficialmente el mercado de invierno.