TW
0
OPEL JOVENT 105
PALMA BASKET CLUB 73

OPEL JOVENT (25+22+27+31): Carreras (11), Hernández (26), Pérez (4), De la Fuente (16) y Camps (4) -cinco inicial- Calsapeu (6), García (20), Zamora (9), Conde (9) y R. Saiz (0).

27 de 33 en tiros libres. 31 de 55 de dos. 6 de 16 en triples. 29 faltas.

PALMA B.C. (20+17+16+20): Seguí (3), Oliver (17), Pizá (15), Sánchez (15) y Bover (7) -cinco inicial- Fernández (3), Bisquerra (9) y Llobera (4).

18 de 30 en tiros libres. 18 de 48 de dos. 7 de 18 en triples. 28 faltas.

Àrbitros: P. Plaza y K. Laguna. Señalaron técnica al visitante Oliver y a su entrenador. Eliminaron por faltas al local R. Saiz y al visitanet Oliver.

R.M.M.

El sueño del ascenso empieza a ser una realidad. Ayer ante uno de sus máximos rivales, el conjunto albinegro se salió e infringió un serio correctivo a un Palma que nunca dio la talla.

El partido tuvo un inicio trepidante y el Opel, muy motivado ante su público, salió con un 18-8 a su favor. El Palma, después de un par de acciones acertadas pudo arreglar el marcador y dejarlo en 25-20 al final del cuarto.

El segundo transcurrió igual que el primero. El Opel jugaba un baloncesto muy alegre, mientras que el Palma sufría con su ataque lento y sin ideas. Sobrevivía en el partido gracias a sus rebotes en ataque y segundas opciones de tiro. El mayor lastre que tuvo el Palma fue la inoperancia de Juanjo Pizá, tanto en ataque como en dirección, superado ampliamente por sus defensores. Así las cosas, el encuentro llegó a su media parte con el electrónico señalado un esperanzador 47-37 para los locales.

En la reanudación, un parcial de 8-1 echó tierra de por medio. El Opel cada vez defendía con más intensidad y en ataque, la rapidez e imaginación de García unida a la contundencia de Hernández levantó al público de sus asientos. El Palma tenía tal empanada mental que, en un lance del partido, un jugador visitante, por error, se dispuso a lanzar tiros libres en su propia canasta, lo que provocó el jolgorio y las burlas del público. Los mallorquines mostraron su peor cara en Alaior decepcionando al público asistente que, al final, disfrutó de ver como su equipo toreaba a un Palma totalmente perdido y con ansias de acabar el partido.