La fragilidad defensiva ha sido una constante en la travesía
mallorquina durante el primer acto de la Liga, principalmente en el
estadio de Son Moix, donde ha encajado 19 goles, que son los mismos
recibidos hace tres temporadas en toda la Liga en casa. Y es que el
Mallorca sólo ha podido mantener sellada su portería en casa en dos
de los diez partidos disputados: ante el Zaragoza (2-0) y el
Valladolid (1-0). A domicilio, en cambio, ha regresado con las
alforjas vacías de goles en contra Deportivo, Real Sociedad y
Villarreal. Es decir, sólo en cinco de los 19 partidos no recibió
ni un gol.
Las goleadas en contra se han convertido en habituales. En más
de la mitad de los encuentros de esta primera vuelta ha encajado
dos o más goles, con goleadas sangrantes como el 0-4 firmado por el
Valencia -la mayor humillación local de la historia de la entidad
en Primera División-, el 4-0 del estadio de San Mamés o el reciente
2-4 firmado por el Celta en Palma, sin olvidar el 1-3 que
consiguieron en Son Moix Barcelona y Real Madrid o el 3-1 anotado
por el Málaga en el estadio de La Rosaleda.
Destacar, asimismo, que el equipo sólo ha sido capaz de
encadenar dos partidos consecutivos sin recibir goles, ante
Villarreal y Valladolid.
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