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ARACENA PONTS 88
DRAC INCA 80

El colista volvió a evidenciar que el Drac Inca es un equipo débil lejos del Palau, aunque los mallorquines gozaron de rentas importantes que podrían haber desembocado en una victoria trascendental. Y es que el capitular en Aracena (88-80) deja en el aire la permanencia, da vida a los catalanes y convierte en definitiva la cita del viernes en el Palau (21 horas) ante el Ciudad de Huelva. Si el Drac Inca hubiera cumplido con el pronóstico y se hubiera impuesto al Aracena, el conjunto de Lleida tendría la última plaza, y con ello el descenso directo garantizado. Pero el parcial de 24-8 del último cuarto invirtió el sino del encuentro y resucitó a los catalanes, que no han podido hacerse con el basket average, la única arma que puede esgrimir el Inca para colarse en las series por la permanencia, la única vía de escape que le resta al conjunto de es Raiguer, aunque la salvación automática aún es posible a falta de cuatro jornadas.

Pero para ello es básico finiquitar el ciclo de tres derrotas consecutivas (Bilbao, Menorca y Aracena) que lleva a ser penúltimos a los gualdinegros. Los de Lleida fueron por delante en el electrónico durante el primer cuarto, aunque en el ecuador del segundo cuarto, Drac Inca avisó de sus intenciones poniéndose por delante por primera vez (35-36). Las diferencias siguieron siendo mínimas, pero los baleares se habían hecho con el control del juego y del marcador. Era el primer paso para sellar un parcial de 16-28 que permitía llegar al tiempo de descanso con una ilusionante renta a favor del Inca (43-49).

El panorama no varió y el conjunto gualdinegro apretó aún más durante el tercer cuarto. La plantilla sabía que había mucho en juego y ofreció sus mejores prestaciones. Así, y a 5:34 para el final del período, Drac Inca conseguía una diferencia de diez puntos (51-61) que se dispararía hasta una máxima de catorce (51-65). Eran los momentos más dulces y, pese a la tímida reacción del Aracena, los del Palau finiquitaban el tercer episodio del choque con una ligera esperanza de triunfo (64-72). Pero aún faltaba lo peor para el Drac Inca, que se desfondó en los últimos diez minutos de la contienda para acabar cediendo un resultado que hubiera inyectado una notable dosis de moral a una plantilla necesitada de estímulos en forma de victorias.

La acumulación de faltas personales le pasó factura a los de es Raiguer. Un parcial de salida de 7-0 metía de lleno en el partido al Aracena, que volvía a asumir el control sobre el marcador (73-72). El parcial de 24-8 global del último cuarto delata las diferencias existentes sobre la pista entre ambos conjuntos.

A un minuto y medio para la finalización del partido, Aracena se marchaba de forma y manera casi definitiva (83-76). Así, el juego entró en un último minuto en el que Drac Inca dispuso de sus opciones, pero la fortuna no estuvo de su lado. Con 85-80, Sergio Rodríguez dispuso de un lanzamiento triple que falló. Podía haber significado un giro radical de los acontecimientos, pero el balón no quiso entrar y el destino le jugaba una mala pasada a los mallorquines.

Aracena supo administrar su renta jugando con el crono a su favor y al Inca se le atragantó la defensa zonal planteada por los catalanes. Además, ni los triple entraron ni la fortuna estuvo del lado de un Inca que mantuvo el basket average, pero que se complica su existencia dentro de la categoría de plata.

Caer en Aracena puede marcar un punto de inflexión dentro del rendimiento de una plantilla que se la juega, y esta vez a cara o cruz, ante el Huelva. Evitar el descenso directo es el cometido de un equipo que nota la presión que lleva consigo tener a una victoria al Aracena, aunque ahora cabe mirar hacia arriba y esperar un cruce asequible en las eliminatorias por la salvación, un objetivo prioritario a día de hoy.