«Esta situación también me afecta; me siento igual de responsable que los demás», dijo ayer el máximo accionista de la SAD balear. Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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Xisco Cruz / Albert Orfila
Que la situación del Mallorca es angustiosa lo delata el rostro de Bartomeu Cursach, máximo accionista de la SAD balear. A pesar de ser un gran encajador, la derrota en Murcia le ha costado digerirla. Aparece muy serio, con la mirada perdida y con la salud minada, herencia de una tarde ruinosa en La Condomina. No le pierde la cara a ninguna cuestión, a pesar de que mastica las respuestas más de lo habitual. No es fácil tragar un momento como éste, pero Cursach no elude ninguna de las preguntas.

-¿Cómo se maneja el consejo de administración en una situación tan delicada como la actual?
-Es lógico que estemos preocupados, porque no esperábamos estar donde estamos. Cada vez quedan menos partidos, eso es una realidad, pero no hay que pensar que nos encontramos en una situación desesperada. Tenemos que quitarle presión al equipo y apoyar a esta plantilla porque el partido del domingo es trascendental para nosotros. Es como si jugáramos una promoción de ascenso a Primera División a partido único y en Son Moix...

-¿Tan importante lo consideran en el club?
-Sí. Creo que si ganamos a la Real habremos dado un paso muy importante para conseguir la salvación. Por eso es necesario que todos apoyemos al equipo y el estadio se llene, aunque uno no sea mallorquinista. Hay que pensar, por ejemplo, que el nombre de Mallorca aparece cada semana en resúmenes televisivos en todo el mundo y que eso es una promoción turística impagable.

-¿Qué cuota de responsabilidad y de compromiso tiene la plantilla del Mallorca?
-Es indiscutible, pero en este tipo de situaciones en las que hay muchos nervios las piernas se bloquean. Hay multitud de casos de plantillas importantes que se han ido a Segunda División; algo muy parecido le está sucediendo al Celta. De todas formas, en el vestuario del Mallorca nadie tiene en mente irse a Segunda. Aquí nadie pasa de todo y el compromiso de los jugadores es evidente, pero pasa que la presión a veces les supera; estoy seguro de que los jugadores darían parte de su ficha por lograr la permanencia en Primera División.

-A nivel personal, ¿en qué medida le afecta todo lo que está sucediendo?
-Es normal que me afecte, porque son situaciones inesperadas y que no son agradables para nadie. Además, yo también me siento responsable de todo lo que está sucediendo.

-Parece que todo conduce a la cita ante la Real Sociedad...
-Tenemos que llenar Son Moix porque el equipo lo necesita más que nunca y porque toda España tiene que ver que la gente de Mallorca está contra el terrorismo (la recaudación del partido irá a parar a la Asociación Víctimas del Terrorismo).

-¿Los problemas se arreglarán ganando el domingo?
-No, porque luego quedarán siete finales más hasta final de temporada de las que debemos ganar cuatro, pero estoy convencido de que ganándole a la Real nos acabaremos salvando.

-¿Por qué se encuentra el Mallorca actualmente a dos puntos del descenso?
-Es difícil explicarlo, pero está claro que el club se ha visto inmerso en un cambio de propiedad y sólo hubo nueve días para poder diseñar la plantilla. Luego tuvimos que fichar a algunos jugadores en diciembre y un equipo no sólo se construye con buenos futbolistas. Se necesita tiempo para que se acoplen y ofrezcan un buen rendimiento.

-A nivel directivo, ¿se ha hecho todo lo posible para evitar que el Mallorca se encuentre en una situación tan delicada?
-Nosotros hemos hecho todo lo que hemos creído oportuno para llevar al Mallorca a una situación tranquila. Se ha hecho todo lo que se debía hacer y más, y además con buena fe, de eso estoy bien seguro. Es muy fácil juzgar a toro pasado, pero no creo que sea justo porque el consejo de administración es el primero que se ha movido para no encontrarse a estas alturas tan abajo en la clasificación.