Conscientes de que los partidos no se ganan por los resultados
previos, los jugadores del equipo español se pusieron ayer el mono
de trabajo y realizaron dos intensas sesiones de entrenamiento para
aclimatarse a la tierra batida, superficie en la que a partir del
viernes tendrán que medirse a Holanda en el Coliseo Balear. En la
plaza de toros ya se respira ambiente tenístico y la organización
confía en que los aficionados llenen las diez mil localidades.
Apenas quedan dos mil entradas y hoy se ponen a la venta los pases
de día. Mallorca tiene sed de Copa Davis. Carlos Moyà jugó hace
apenas un mes sobre tierra batida los torneos de Buenos Aires y
Acapulco, pero el resto de componentes del equipo español hace
prácticamente seis meses que no compiten sobre arcilla. Valorando
esta circunstancia, los capitanes del equipo español habían
programado una sesión tranquila en el primer día de entrenamientos,
pero Juan Carlos Ferrero y Rafael Nadal decidieron saltarse el
guión.
Mientras Carlos Moyà -el mallorquín todavía no se había
recuperado completamente del cambio de horario ya que regresó el
sábado de Miami- y Tommy Robredo cumplían las órdenes y realizaban
los primeros intercambios en la pista exterior, en el interior del
Coliseo Ferrero y Nadal se machacaban sin piedad. El valenciano y
el manacorí peletearon a gran intensidad durante más de una hora.
Golpearon la pelota sin piedad y como ninguno de los dos sabe lo
que es dejar una pelota por perdida, realizaron un gran esfuerzo
físico. Posteriormente jugaron un set, pero Jordi Arrese les hizo
parar cuando Ferrero dominaba por 4-3 y tenía que sacar Nadal.
Juan Carlos Ferrero y Rafael Nadal no tuvieron bastante. El
valenciano retó al mallorquín a hacer un fut-tenis (juegan un
partido en los cuadros de saque golpeando una pelota pequeña de
fútbol con pies y cabeza) de dobles. Ferrero jugó con Samuel, uno
de los entrenadores que le acompañan, mientras que Nadal hizo
pareja con Juan Avendaño. Por la tarde Carlos Moyà y Juan Carlos
Ferrero entrenaron juntos, y la otra pista la ocuparon Rafael Nadal
y Tommy Robredo. No hubo ningún entrenamiento específico para el
dobles y las sesiones recordaron a las de la mañana. Para hoy se
esperan entrenamientos específicos pensando ya en las
características de los jugadores holandeses. La sesión comenzará a
las diez de la mañana ya que a las 12.45 horas el equipo español
será recibido en el Ajuntament de Palma por la alcaldesa Catalina
Cirer. El interés que están poniendo los jugadores en esta
eliminatoria va a tener respuesta por el público mallorquín en las
gradas. De las diez mil localidades del Coliseo Balear se han
agotado ya alrededor de ocho mil abonos para toda la competición y
hoy se ponen a la venta las entradas de día en El Corte Inglés y en
las taquillas de la plaza de toros. Ya sólo quedan entradas para la
zona alta (de la fila 10 hacia arriba) y el precio de estos abonos
es de 85 euros, mientras que el pase de día cuesta 30,30 euros.
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