Sorprendidos por una eliminación prematura a manos del Unicaja
Almería, la junta directiva del Son Amar Palma no ha querido
otorgar demasiado tiempo a la reflexión. Son conscientes de los
errores que se han cometido durante el curso y han decidido
comenzar a planificar la nueva temporada, aunque sin atropellos.
Los cinco jugadores que tienen contrato en vigor (José Luis Moltó,
Miguel Àngel Falasca, Alexis González, Juan Carlos Vega y Luis
Díaz) pasaron ayer por los despachos para rubricar su continuidad y
hoy comenzar los contactos con el resto de la plantilla para
decidir los nombres que seguirán.
Damià Seguí, el principal patrocinador del club, se ha fijado
como principal objetivo para la temporada 2004-05 encontrar un
opuesto de garantías, un jugador que sea capaz de sumar entre
veinte y veinticinco puntos por partido. Había sonado el nombre de
Rafa Pascual, pero el sueldo del internacional español es demasiado
elevado. «Nos interesa mucho, pero tiene que amoldarse a la
economía del club» explicaba Seguí.
Precisamente la posición de opuesto fue la que más problemas ha
dado esta temporada. Lilico se marchó dejando muy mal sabor de
boca. Su sustituto Joao Paulo es un jugador muy joven. Tiene un
futuro muy prometedor, pero no es el opuesto que necesita el Son
Amar. El último en llegar tampoco ha agradado en exceso. Gustavo
Saucedo ha tenido un papel muy discreto en el tramo final y su
continuidad es poco probable. Al margen de los cinco jugadores que
tienen contrato, Damià Seguí pretende que algunos de los
deportistas que han disputado esta temporada estén también en la
próxima.
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