El aficionado británico condenado a dos años de prisión por un
tribunal portugués por «hooliganismo» durante la Eurocopa 2004 de
fútbol y liberado posteriormente a su llegada al Reino Unido afirmó
en Londres que había sido «golpeado» por la policía portuguesa y
privado de un «proceso justo. Fui atacado por policías de paisano
cuando entraba en el pub y fui golpeado», dijo Garry Mann, que se
encuentra en libertad debido a un error de procedimiento. Mann, un
bombero de Kent, afirma no tener nada que ver en los incidentes
provocados por unos 200 hooligans la noche del 14 al 15 de junio en
Albufeira. Después de haber sido identificado como uno de los
cabecillas, fue el aficionado condenado con más dureza. Según él,
el tribunal no le dio el tiempo necesario para preparar su defensa
y se negó a visionar imágenes que lo exculpan.
La investigación que se sigue se basa en un informe de la red
paneuropea del Fútbol contra el Racismo en Europa (FARE) por la
implicación de dos pancartas con mensajes extremistas en las gradas
donde los aficionados de Croacia estaban sentados, según comunicó
la UEFA. Según este mismo organismo, aunque en dichas pancartas no
figura ninguna leyenda o mensaje escrito, insignias y símbolos que
había en ellas si que eran discriminatorias y xenófobas. Por este
motivo, para el partido que enfrenta a Croacia con Inglaterra, a
las fuerzas de seguridad se les ha dado instrucciones para evitar
que este tipo de pancartas sean introducidas.
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