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Hoy no es un día cualquiera. Hace exactamente un año, el Real Mallorca alcanzó la cima de su historia con la conquista de la Copa del Rey, el trofeo más preciado desde la fundación del club en 1916. Después de dos intentos frustrados, el equipo isleño inscribió su nombre en el panel de los elegidos. Fue el 28 de junio de 2003, en una final disputada en el estadio Martínez Valero de Elche ante el Recreativo de Huelva. El Mallorca confirmó los pronósticos y se impuso con claridad al conjunto decano del fútbol español. El uruguayo Walter Pandiani abrió el triunfo de penalty y ya en la segunda parte Samuel Etoo explotó todas sus condiciones para encender la mecha de la euforia. (0-3)

Las vísperas de la final estuvieron marcadas por la incertidumbre que rodeaba la alineación de Samuel Etoo. La Federación Camerunesa reclamaba a su delantero para acudir a la Copa Confederaciones que se disputaba esa semana en Francia. La FIFA le dio la razón al Mallorca y el jugador no abandonó la concentración del equipo en la localidad alicantina de Playa San Juan. El acuerdo, no obstante, expiraba al término de la final. Y es que el héroe no pudo participar en la fiesta de la celebración ya que, nada más finalizar el encuentro, tomó un vuelo privado para disputar, al día siguiente, la final de ese torneo que enfrentó a Camerún y Francia, con triunfo galo.

Los 15.000 aficionados que se desplazaron por mar y aire a Elche pudieron disfrutar de la noche más grande de su club y gritar «campeones, campeones». El Mallorca fue mejor que el Recreativo y exhibió a un jugador formidable, Samuel Etoo. El camerunés marcó dos goles, el segundo de ellos de fábula, provocó un penalti y homenajeó a su compañero Marc Vivian Foé, fallecido dos días antes en pleno partido. El primer gol se inició en los pies de Ibagaza. El Caño se inventó un monumental y profundo pase que rompió la defensa en línea del Recreativo. Pandiani, rápido y afilado, se lanzó como un jabato hacia ese regalo. Avanzó unos metros y centró hacia el corazón del área. Loren y Etoo pugnaron por el balón y el árbitro decretó penalti por empujón del central andaluz. Pandiani no falló. 0-1 (minuto 21).