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Miguel Luengo|LONDRES
La clase de Roger Federer, y sus geniales golpes en los momentos cruciales le proporcionaron su segundo título consecutivo en Wimbledon, el tercero en tres finales del Grand Slam, al superar la dura pegada del estadounidense Andy Roddick. Federer se convirtió en el primer jugador que defiende con éxito su corona en el All England Tennis Club, después del estadounidense Pete Sampras en el 2000 al vencer a Roddick por 4-6, 7-5, 7-6 (3) y 6-4 en dos horas y 30 minutos. El número uno del mundo cumplió así uno de sus objetivos este año. Le quedan ahora varios más: conservar su puesto al frente de la tabla y lograr medalla en los Juegos Olímpicos de Atenas. Todo está a su alcance si demuestra la determinación que ha exhibido en este torneo, donde ha ampliado la racha de victorias en hierba a 24.

De momento tiene un porcentaje de aciertos del 100 por 100 en finales del Grand Slam. Llegó el año pasado a ésta y se deshizo del australiano Mark Philippoussis. Alcanzó la del Abierto de Australia en enero, y acabó con el ruso Marat Safin. Volvió a Londres y se deshizo de Roddick. Solo Bjorn Borg, Jimmy Connors y Stefan Edberg fueron capaces de ganar sus primeras tres finales en torneos grandes desde que comenzó la Era Open. Federer, seguramente les superará. «Roger jugó demasiado bien», admitió Roddick en la pista, «perder hoy -por ayer- ha sido duro», comentó el estadounidense que quería ofrecer el título a su hermano mayor John en su cumpleaños, y de paso hacer felices a los estadounidenses que ayer conmemoraban la fiesta nacional del Cuatro de Julio. Un tremendo disgusto, que se une a la derrota de Serena Williams en la final femenina, contra la rusa Maria Sharapova. «El es un gran campeón y yo espero serlo algún día», comentó Roddick, vencedor del Abierto de Estados Unidos en el 2003.

Fiel a sus costumbres, Federer lloró como hizo el año pasado cuando se anotó su primer grande. «Este es uno de mis lugares favoritos», comentó el suizo que no dudó en afirmar que su rival de ayer le impresionó al principio. «Jugó muy, muy agresivo, aunque conocía su poder. El también se merece un título como éste y ojalá podamos jugar juntos en este sitio muchas veces». La lluvia interrumpió dos veces la final, el sexto duelo entre ambos, y aunque parezca mentira, el primero este año, y Federer luchó en el partido más complicado del torneo, pues estuvo con 2-4 en el tercer set, y \132 con Roddick en sus mejores momentos. El de Omaha comenzó de forma arrolladora, golpeando de forma bestial con su derecha y aprovechando el bajo porcentaje de Federer con su primer saque para atacar al resto. La primera manga cayó de su lado en 31 minutos, pero en la segunda la reacción del suizo fue inmediata y se colocó con ventaja de 4-0. El de Omaha logró reducirla pero perdió su saque y el set en el duodécimo, tras una gran derecha en paralelo del número uno del mundo.