La plantilla al completo del Illes Balears posó ayer para la foto oficial del Tour 2004. Foto: JUAN PABLO MOLINERO

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Carlos de Torres|NAMUR
El australiano Robie McEwen, del equipo Lotto, abrió ayer su cuenta particular imponiéndose con autoridad en la segunda etapa con llegada masiva del Tour que ponía punto final al trayecto Charleroi-Namur, de 197 kilómetros, mientras que el noruego Thor Hushovd se enfundo el maillot amarillo gracias a la bonificación del segundo puesto. McEwen, de 32 años, máximo exponente de la escuela australiana de velocistas, ganó la segunda etapa con un tiempo de 4h.18.39, en un esprint lanzado desde lejos y disputado codo con codo en el que entró con un amplio margen que no dejó lugar para la duda. Hushovd, tercero en la etapa inaugural por detrás de McEwen remató su ambición en carrera con el segundo puesto, que le reportó 12 segundos preciosos para obtener el liderato. El ciclista nórdico rompió la bicicleta a falta de 10 kms, perdió contacto con el pelotón, pero con la ayuda de sus compañeros no solo enlazó, sino que luchó por la victoria. La tercera plaza fue para el francés Jean Patrick Nazon. Petacchi volvió a estar fuera de onda y hubo de conformarse con la octava plaza. El mejor esprinter del mundo sigue sin «mojar» en la presente edición a pesar del trabajo de todo su equipo, incluido el ex líder Cancellara.

Con el noruego del Credit Agricole al mando del Tour, la general quedó con Cancellara en la segunda posición a 8 segundos y McEwen tercero a 17. Armstrong perdió un escalón y es cuarto y primero de los favoritos a 18 segundos. Los españoles José Iván Gutiérrez (Illes Balears) y Oscar Pereiro (Phonak) siguieron entre los diez mejores, sexto y séptimo respectivamente. Entre los favoritos no hubo novedad y se mantuvieron las diferencias del prólogo a favor de Armstrong, es decir, 15 segundos a Ullrich, uno más a Hamilton, 19 a Mayo, 27 a Basso y 35 a Heras. En la segunda etapa no faltó la escapada de rigor con el guión marcado de antemano. En el km 10 de nuevo el danés Jacob Piil (CSC) toma la iniciativa como en la jornada precedente para marcharse acompañado de un grupo al que se apuntaron el alemán Sebastian Lang (Gerolsteiner), los franceses Christophe Edaleine (Cofidis), Jerome Pineau (Boulangere) y Christophe Mengin (La Francaise) y el irlandés Mark Scanlon (AG2R).

El proyecto de aventura fue tomando forma en el km 48, cuando se alcanzó la ventaja máxima de 5 minutos, y a partir de ese punto el pelotón con el Fassa delante mantuvo a raya las aspiraciones de la fuga para ir limando tiempo segundo a segundo a medida que se acercaba la meta en la capital de Valonia. El mejor clasificado era Lang, a 31 segundos del líder. El sexteto de cabeza, gran animador de la jornada y después de derramar litros de sudor durante 165 kms, fue devorado por el instinto depredador del grupo, donde cada metro se lucha por la mejor posición y nadie entiende de concesiones. En momentos de nerviosismo Armstrong mandó a sus hombres a la cabeza para evitar caídas. Ya con la maquinaria a toda marcha se lanzó un esprint muy lejano, de auténtico desgaste, en el que McEwen, como anteriormente hizo Kirsipuu, sorprendió a Petacchi y el resto de velocistas ilustres, grupo al que aún pertenece el australiano apuntándose la cuarta etapa del Tour en su historial. La jornada marcó la retirada del italiano Gian Matteo Fagnini, del Domina Vacanze, el lanzador en las llegadas de Mario Cipollini, quien fue evacuado en ambulancia tran un golpe en la clavícula.