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Efe|LISBOA
La selección de Grecia, contra pronóstico campeona de la Eurocopa de Portugal, acabó, no sólo con el anfitrión en la final, sino también con el «mito» de los «grandes» que abandonaron tierras lusas antes de los esperado. Grecia hizo valer en la Eurocopa la disciplina, el rigor y el orden defensivo, cualidades que puso en práctica desde el primer al último duelo del torneo, curiosamente ambos contra la selección anfitriona, que se llevó en el último momento un mazazo del que tardará en recuperarse. Otto Rehhagel pasará a la historia de las grandes gestas griegas después de llevar a la selección helénica a una cima jamás soñada. Con un fútbol rácano y con un guión fijo, y como ha quedado demostrado muy efectivo, hizo saltar por lo aires todos los pronósticos que antes del 12 de junio ni por asomo apuntaban que Grecia levantaría la copa de campeón.

Otra de las estrellas de la competición fue la República Checa. su juego enamoró a los aficionados al fútbol en general, hasta el punto de hacerla su segunda selección tras la propia y sólo el «catenaccio» de los griegos le apartó de una merecida final. Las grandes decepciones del torneo fueron protagonizadas por las a priori favoritas. Sin duda, la prematura eliminación de España fue una de las más destacadas sorpresas de la Eurocopa. El combinado de Iñaki Sáez fue de más a menos en el campeonato y se despidió en un triste encuentro ante Portugal, el último de la primera fase. El fracaso español se llevó por delante a Sáez, quien a pesar de confirmar en un principio su continuidad al frente del combinado nacional, se vio obligado a cambiar de decisión ante la polémica que se suscitó por su decisión inicial.

Inició bien el torneo el equipo español, con una victoria ante Rusia (1-0), aunque la victoria de Grecia ante Portugal, en esa misma primera jornada, ya hizo presagiar problemas para los de Sáez, al meterse en la lucha un tercer equipo y estar en apuros el equipo anfitrión. Luis Aragonés ha tomado las riendas del equipo español para enderezar el rumbo con vistas al Mundial de Alemania'06. Alemania fue otra de las decepciones. Los alemanes sólo fueron capaces de sumar dos puntos. Los empates ante la débil Letonia y Holanda fueron insuficientes. Además, en la tercera jornada, ante una República Checa que presentó nueve jugadores que habían sido suplentes en los dos anteriores partidos fue humillada y eliminada. Al igual que en el caso español, la pobre imagen le costó el puesto a Rudi Voller, aunque en este caso el técnico alemán presentó su dimisión inmediatamente. Italia no conoció la derrota en la competición, pero los cinco puntos obtenidos le fueron insuficientes para seguir en el torneo, ya que Suecia y Dinamarca, con los mismos puntos que los italianos, le apartaron del camino por mejor diferencia de goles, aunque con polémica incluida tras el empate final que se registró en el partido entre los equipo nórdicos. Giovanni Trapattoni quiso seguir, pero la federación italiana le relevó del puesto y puso en manos de Marcelo Lippi la preparación del equipo ante el Mundial de 2006, en Alemania.