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Agencias|GUERET
El ciclista español Iñigo Landaluze (Euskaltel-Euskadi) lamentó la mala suerte que tuvo en la jornada de ayer del Tour de Francia, en la que rozó el triunfo en la novena etapa de la ronda gala. «Ha sido una pena porque ves que puedes ganar y al final no ha podido ser. Estoy haciendo una buena temporada y tan sólo me faltaba el triunfo, pero qué le vamos a hacer», dijo con resignación tras cruzar la línea de meta. Respecto a cómo se ha desarrollado la etapa y sobre todo el final, el vasco comentó: «Nos hemos quedado un poco mirando los dos, él ha mirado primero y nos han cazado a 20 kilómetros. Igual hemos estado los dos racaneando un poco, pero ha sido una pena porque yo llegaba más fuerte que él», dijo el pupilo de Julián Gorospe y la baza del Euskaltel-Euskadi en la etapa de ayer.

Otro de los protagonistas dento del pelotón español, Roberto Heras (Liberty Seguros), confiaba en pasar sin problemas las primeras etapas de la ronda gala para enfrentarse en serio a la carrera. «En estas etapas no se ve gran cosa y ya veremos como están las piernas. Tengo buenas sensaciones aunque aquí aún no se puede medir. Atacaré siempre que pueda», destacó el salmantino. Por su parte, el ciclista del Phonak, Óscar Sevilla, que durante la etapa de ayer sufrió una caída durante la etapa, también se prepara para las duras etapas que les espera a partir de este momento. «Ha sido una etapa a toda velocidad donde hemos salido como toros y ha habido mucha batalla. Al final se ha venido a mil por hora y ha sido una pena que no haya podido ganar Landaluze», admitió el de Ossa de Montiel. En los últimos kilómetros de la etapa, el ciclista del Illes Balears Mikel Pradera sufrió una caída que le supuso un fuerte golpe. A la espera de la evolución de la jornada de hoy, no se descarta que, ante la dureza del trazado, Pradera pudiera despedirse anticipadamente de la ronda gala.

De la misma manera, Landaluze confesó que «igual en el último kilómetro ha habido la duda que hemos tenido a seiscientos metros, donde le he dejado un poco delante y hemos ido a medio gas. A falta de doscientos metros he arrancado y no he mirado para atrás y encontrarme a veinte metros que te pasen los sprinters no me hace ninguna gracia. Es todavía lo que más rabia me ha dado porque igual si le arrancó a trescientos metros llego», explicó el corredor vasco. Sin embargo, Landaluze confía en sus posibilidades y en las del equipo de cara a la montaña. «Me he encontrado bien estos últimos días y la etapa me venía muy bien, con repechos, y lo he intentado. Espero que Haimar Zubeldia y Mayo en La Mongie o Plateau de Beille ganen una etapa», apuntó.