Lance Armstrong, Tyler Hamilton y Paco Mancebo tuvieron que
pasar control antidopaje, en lo que puede ser una firme apuesta
cara al podio de los Campos Elíseos. Más tarde, el jefe de filas
del Illes Balears fue la estrella de la televisión francesa, en el
día en el que estrenaba la equipación especial que le identifica
como campeón de España. Pero la prensa nacional también ha tenido
como referencia a un Mancebo que se ha ganado a pulso el cartel de
referencia española en el Tour.
El propio corredor confesó que atacó en el Puy Mary «para
probar, a ver qué tal iba la gente. Esperaba más batalla en esta
etapa, la verdad es que ha defraudado un poco. Además, he visto a
algunos que iban un poco justitos de fuerzas en la parte final de
la etapa».
Después de más de seis horas sobre la bicicleta, Mancebo y sus
compañeros pusieron rumbo al hotel del equipo, al que llegaron dos
horas y media después de haber finalizado la etapa. «Mañana -por
hoy-, dolor de piernas seguro, pero lo bueno está aún poro llegar»,
comentaba en tono de broma Paco Mancebo en el ayer más que nunca
largo camino hacia la habitación de masaje, donde Pep Toni
Escandell y el resto de los recuperadores asumían el mando sobre
los profesionales del pedal en aras de aliviar las molestias
físicas consecuencia del esfuerzo realizado en una etapa plagada de
trampas y con un trazado exigente y más duro de lo que se pensaba
en un inicio.
A estas alturas, Mancebo ya es décimo en la general y su
escalada es inminente a medida que la montaña se introduzca en el
recorrido de la ronda gala.
Cara y cruz
Pero si Mancebo ha entrado en el primer grupo, mientras que Denis
Menchov, Vladimir Karpets y Aitor Osa lo han hecho a siete
segundos, la nota negativa de la etapa para el Illes Balears ha
sido Mikel Pradera. Tras su espectacular caída en la jornada del
martes, ha precisado de asistencia médica durante toda la etapa
para seguir en carrera. De hecho, la posibilidad de que pudiera
abandonar estaba presente en todo momento, aunque a la conclusión
ha podido llegar a meta. El incansable corredor se quedó descolgado
pronto, y pese al intenso dolor que sufría en su muslo derecho,
finalizó en compañía de los esprinters, a casi veinticuatro minutos
y medio de Virenque. Junto a él iban Chente García Acosta, Xabier
Zandio e Iván Gutiérrez.
Finalmente, el alemán Daniel Becke ha perdido algo más de trece
minutos, cumpliendo a la perfección con su cometido.
Por otra parte, el ciclista francés Sebastien Hinault (Credit
Agricole) sufre un traumatismo en la zona dorso lumbar de la
espalda, como consecuencia de una caída producida en la décima
etapa del Tour. El corredor galo tuvo que ser trasladado a un
hospital de Saint Flour, donde se encuentra ingresado y se le
practicarán las correspondientes radiografías para precisar la
gravedad de la lesión que le ha apartado de la competición.
Otros corredores que también tuvieron que ser asistidos en
carrera fueron el alemán Andreas Kessler, que sufrió una caída y se
le ha apreciado traumatismo en costilla derecha; los españoles
Mikel Pradera, con dolores en la rodilla izquierda y muslo derecho,
y Angel Vicioso, que tuvo que abandonar debido a los fuertes
dolores en la rodilla derecha y barbilla como consecuencia de una
caída sufrida hace unos días.
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