Rafael Nadal y Tommy Robredo llegaron a Alicante con la
tranquilidad que supone jugar una eliminatoria en casa. A priori
Carlos Moyà y Juan Carlos Ferrero garantizan tres puntos en los
individuales debido a su condición de excelentes jugadores sobre
tierra batida. Pero los esquemas iniciales se han modificado tras
la conclusión (conclusión a medias porque todavía queda finalizar
el segundo punto) de la primera jornada. La inesperada derrota de
Carlos Moyà ante Paul-Henri Mathieu va a provocar que aumente la
presión sobre los jugadores españoles. Ya queda poco margen de
error y sería interesante sumar una victoria para afrontar la
jornada del domingo con relativa tranquilidad.
El principal problema que van a tener Rafael Nadal y Tommy
Robredo es el enorme potencial de sus adversarios. De no producirse
ninguna sorpresa en la alineación de la pareja francesa (Forget ya
anunción ayer que podría modificar su primer equipo), el duo
mallorquín-catalán se medirán a Llodra-Santoro, campeones este año
en el Open de Australia y finalistas en Roland Garros. Son una
pareja que se complementa a la perfección. Llodra cuenta con un
servicio muy potente, además de incómodo debido a su condición de
zurdo. Menos potente es el de Santoro, aunque su facilidad para
leer las jugadas y su rapidez en la volea también dificultan
cualquier posible rotura.
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