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El motociclismo balear empieza a observar cómo jóvenes talentos empiezan a hacerse notar lejos de nuestras Islas. Pero no todos tienen la oportunidad de poderse preparar a conciencia y con todos los medios posibles. El caso de Mabel González es singular. Ella y su familia se trasladaron desde Cala d'Or a Muro para que viviera en primera persona el ambiente del motor que define a la localidad. Pero no todo fueron buenas notícias. Mabel reclama poder entrenarse cara al Campeonato de España de motocross en el que será su escenario. El circuito Fora Vila volverá a ser punto de encuentro de los mejores especialistas del país, pero a Mabel no le permiten entrenarse en la citada instalación. Ni pagando la cuota fijada. La piloto pertenece al equipo Illes Balears e inició su singladura en el Moto Club Muro. Participa en el Campeonato de Cataluña de 125 centímetros cúbicos y en el 2000 obtuvo el título balear en 80. Desde esta temporada, las féminas tienen una competición reservada en Balears, y por parte de la Federación se le brinda todo el apoyo para que siga adelante. Entre sus objetivos inmediatos figura la posibilidad de correr el Campeonato del Mundo en Francia.

El trazado del circuito Fora Vila es se sobras conocido por su exigencia y es un modelo ejemplar. No en vano, el nacional es una cita habitual en el mismo. El padre de Mabel, Rubén González, entiende «que es una propiedad privada, pero la lástima es que se perjudica a la única mujer que tiene opciones de llegar lejos en este difícil mundo. Sólo pido que le ofrezcan una oportunidad». La propia Mabel le ha pedido al presidente de la Federación Española que medie, pero aún espera respuesta. Mientras, desde el Ajuntament de Muro tampoco les ofrecen una salida, y por el momento, se entrena en el circuito Es Pou. «Necesito un trazado grande. Sé que todo radica en un problema entre Pep Segura y mi padre, pero no es cosa mía y me gustaría que todo acabara bien. No vale la pena seguir con esta polémica», explica la propia Mabel, que lleva dos años y medio sin poder trabajar en el Fora Vila.

Se conforma Mabel de momento con poder estar bajo el amparo del Moto Club Segre, que por 70 euros anuales le permite entrenar sobre un trazado mundialista. Esta joven deportista, de tan sólo 19 años, sólo pide una oportunidad, aunque afirma tener «asumido» que no podrá hacer realidad su sueño, aunque siempre reserva un hueco para la esperanza.