El Mallorca tiene prisa. La tiene su hinchada, que empieza a
necesitar buenas noticias. La tiene el entorno, que recuerda lo que
ha sufrido en años anteriores. Y la tiene la plantilla, incómoda
ante la situación que se ha generado tras la última derrota en
Palma. Por eso la cita ante el Levante tiene una especial
relevancia, a pesar de que Floro insista en todo lo contrario. Es
el equipo de Schuster uno de esos a los que el Mallorca debe ganar,
porque acaba de ascender y porque su presupuesto es infinitamente
inferior al de la SAD balear. Con todo, los valencianos se han
manejado bien hasta ahora en su estadio, por lo que no será fácil
sumar (Ciudad de Valencia, 17.00 horas, PPV).
El Barça le sacudió el pasado domingo al Mallorca en Son Moix, y
eso lo ha alterado todo. Todavía no hay urgencias, pero sí la
sensación de que una derrota ante el Levante va a dejar muy tocado
el proyecto. Más que la tarjeta que presenta el equipo -cuatro
puntos en cinco jornadas-, lo que preocupa es la sensación de
debilidad y el pobre juego que ofrecen los isleños. Ni el triunfo
en Getafe sirvió para esconder las carencias del equipo, al que le
falta cuerpo. Nadie ha logrado hasta ahora convertirse en ese líder
que necesita el Mallorca, porque Farinós se ha perdido algunos
partidos y porque Jorge López está lejos de su mejor nivel. Sólo
algunos arreones de Luis García y la puntería de Delibasic han
alimentado la esperanza de que la dinámica puede cambiar, pero el
asturiano juega muy solo en punta y el serbio no ha viajado a
Valencia por lesión.
Así, la situación no es la más propicia para sacar petróleo. El
Levante ha logrado tumbar al mejor Atlético del curso en su campo y
tiene un buen manojo de futbolistas con un enorme talento. Ha
perdido a Aganzo, pero ha contratado a Manchev, que viene de marcar
dos goles en Zaragoza. Además, tiene a Rivera como principal
argumento en la creación y a Ettien, que ha recuperado su mejor
versión, como puñal por la derecha. El grupo de Schuster es sólido,
pero tiene enormes problemas en defensa.
Floro ha advertido que algo tiene que cambiar y es probable que
introduzca algún cambio en Valencia. Durante la semana ha venido
ensayando con Farinós en la banda derecha y Niño en el eje de la
defensa acompañando a Ballesteros, por lo que Müller y Marcos Vales
serían suplentes. Todo, para atrapar un necesitado triunfo.
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