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En una temporada en la que el baloncesto balear copa todas las categorías nacionales, otro conjunto quiere hacerse notar entre los mejores del país. El baloncesto en silla de ruedas cuenta con el Aspaym, que afronta un curso apasionante en la Primera División que le puede lanzar a la élite de esta especialidad.

Desde bien entrado el pasado curso, Beatriz Balmiza se encarga de la dirección técnica del equipo. Los problemas de comunicaciones, en especial las distancias, y las ocupaciones profesionales de los integrantes del Aspaym, les impiden entrenar con más regularidad. Pero los lunes a las nueve de la noche tienen una cita ineludible. Son gente llegada desde Palma, Calvià, Inca, Sa Pobla... Todos con la ilusión de practicar el deporte que les apasiona. En el presente curso se verán las caras con rivales de Valencia, Albacete, Cádiz, Sevilla, Granada y Almería. Una competición exigente que preparan a conciencia y con toda la ilusión del mundo. Porque para ellos, el baloncesto es una forma de vida. A partir del 14 de noviembre saldremos de dudas.

Sin el apoyo de la ONG «Porreres sense barreres» no sería posible que esta ilusión fuera una realidad. El grupo capitaneado por Joan Alzina les ha abierto las puertas del municipio y del pabellón Joan Llaneras, su centro de operaciones.

En total son once jugadores, pero buscan ampliar sus miras hacia un segundo equipo. Los Miquel Serra, Jaime Grimalt, Pedro Ques y Àngel Echeverría son el alma del Aspaym. A ellos se les han unido Gabriel Rosselló, Antonio Mayoral, Adrián Cózar, José Manuel Carrera, Mariano Fernández, Gabriel Amengual, Manolo Zayas y Jesús Bolívar.

Andrés Morcillo es el incansable delegado de un bloque que busca patrocinadores que les ayuden a hacer más asequibles sus traslados. El Govern adquirió el pasado año sillas nuevas, pero precisan de un apoyo más regular y sólido.

La meta es consolidar la categoría y hacer que este equipo tenga continuidad en el tiempo. Desde hace dos temporadas intentan captar a nuevos efectivos, y paso a paso siembran un futuro que promete.

Mientras llega esa fecha, el equipo se ejercita para preparar bien la temporada. Han conseguido conjuntar un buen bloque y confían en cosechar buenos resultados durante el curso. También es hora del baloncesto en silla de ruedas.