El filial cobra vida con un triunfo mínimo

Carlos Román
El filial ha conseguido sacudirse la presión de las primeras jornadas con una victoria balsámica que le permite alejarse momentaneamente del precipicio. Sin demasiados alardes y ante un Fuerteventura que apenas dejó un par de detalles interesantes, los de Toni Cazorla dejaron atrás la sequía y toman aire por primera vez en toda la temporada (1-0).
El encuentro, sin embargo, resultó aburridísimo para el espectador y volvió a poner de manifiesto las miserias de la categoría. El conjunto balear, que en todo momento se mostró superior al cuadro canario, empujó desde el nacimiento del partido y quiso sorprender a Jero para ir avanzando terreno, pero el Fuerteventura sentaba las bases de su entramado defensivo y fijaba al más alto nivel el grado de su exigencia defensiva. Ante eso, el filial se aproximaba sólo de manera trabada y llegaba al área de los majoreros sin demasiados argumentos.

Una vez superada la primera media hora de juego, el Mallorca B logró al fin superar la portería contraria y sus pretensiones se dispararon. Enric Pi cabeceaba en el segundo palo un balón procedente de un rechace y hacía que su equipo resucitara. El gol, más que nada, sirvió para regenerar el ánimo del equipo y para que la confianza de los bermellones llegase al punto óptimo.

La desventaja hizo a los visitantes replantearse su actitud y Juan José Almeida tiró del banquillo para intentar variar la tónica, pero sin obtener los resultados esperados. Aún así, el once majorero dispuso de una ocasión para igualar el marcador después de que Fali le diera forma a la jugada más espectacular de la mañana. El centrocampista sorteó a todos los rivales que salieron a su paso y estuvo a punto de superar a Cabrero.

Después del descanso el duelo no sufrió cambios y las ocasiones seguían sin llegar. A veinte minutos para el final el panorama se oscureció porque Sebas vió su segunda amarilla tras una jugada absurda y dejó al equipo en inferioridad en un momento delicado. Afortunadamente, el Fuerteventura siguió igual de espeso y no tuvo opciones.