Martin repite victoria consecutiva, tras hacerse con el triunfo
en Córcega hace dos fines de semana, mientras que Sainz ha acabado
el rally de la mejor forma posible, desde el podio, donde este año
habrá subido en ocho ocasiones, siete de ellas como tercero y sólo
una como ganador (Argentina). El catalán Dani Solá (Mitsubishi
Lancer) concluyó en la sexta posición, aunque en la tercera etapa
tuvo muchos problemas, como consecuencia de una salida y por la
excesiva presión con la que participaba. Al final, fue el primero
de los tres Mitsubishi que alineó el equipo japonés, aunque el
italiano Gigi Galli tuvo una penalización de diez segundos, sin la
cual la distancia entre ambos sólo hubiese sido de cuatro décimas
para el piloto de Vic.
La tercera y última etapa concentró toda su atención en estrecho
marcaje al que se sometieron Sainz y Gronholm, ya que ambos
competían por la segunda posición, defendida a ultranza por el
finlandés, quien se impuso en las tres últimas especiales, en las
que amplió unos segundos más la ventaja que le había recortado el
madrileño por la mañana, cuando llegó a hacer un scratch, su
segundo en el rally.
La jornada se había presentado con la duda acerca de la elección
de los neumáticos, ya que inicialmente la previsión era de lluvia
para la carrera, aunque el agua ya había caído a cántaros durante
toda la noche. Algunos pilotos se lamentaron de la elección.
El francés Stephane Sarrazin (Subaru Impreza) dio la sorpresa en
la primera especial al vencer en Sant Boi del Llucanés, todo un
éxito ya que los dos Subaru oficiales estuvieron durante toda la
carrera por debajo del que pilotó el galo, quien acabó cuarto en el
rally a un puesto del podio.
En la siguiente especial, Sainz consiguió el 'scratch', con el
mismo registro que Martin, y la mejor noticia era que había
recortado 1.3 segundos a Gronholm, distancia que se redujo aún más
en la tercera especial, la más larga de la jornada (Viladrau, 35'18
kilómetros), cuando el madrileño recortó casi dos segundos y
medio.
Pero en el segundo bucle, en el que todos los pilotos debían
cubrir las tres especiales de la mañana, Marcus Gronholm, campeón
del mundo en el 2003, sacó la madera de ganador que conserva y
venció en los tres tramos cronometrados, en dos ellos con Sainz
como segundo clasificado.
Emoción
Sainz se despide del rally de Cataluña y de la afición española, ya
que después de retirado no volverá a trazar más con su coche por
las curvas de las carreteras catalanas en una competición del
mundial. Al piloto español sólo le queda ahora un trámite, el de
Australia, donde se pondrá punto y final a la temporada, en la que
el equipo del madrileño ha sido el gran vencedor, con el francés
Sébastien Loeb (retirado en la segunda etapa del Cataluña) como
campeón del mundo y a la marca Citroen como ganadora del mundial de
constructores, ambos objetivos alcanzados hace dos fines de semana
en Córcega.
En el continente australiano, Sainz intentará un triunfo que
siempre se le ha resistido y también optará para la tercera
posición del mundial, la cual deberá arrebatársela al estonio
Markko Martin. A falta de la prueba de Australia, Loeb tiene 108
puntos, Petter Solbert cuenta con 82, Martin tiene 79 y Sainz, 73.
Gronholm cierra el quinteto de cabeza con 62 puntos. Otro de los
focos de interés de la carrera fue el catalán Dani Solá, quien sumó
una segunda salida de carrera, con golpe frontal incluido,
circunstancia que llevó al catalán a tomarse con calma el último
tramo ante el temor de no acabar el rally. Es la primera vez que
Solá suma puntos al concluir una carrera con un coche del mundial.
Por el hecho de haber concluido los veinte tramos, el piloto
renovará automáticamente su compromiso con Mitsubishi y se asegura
su futuro en el Mundial.
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