«Hemos afrontado muchos partidos en casa muy obligados por la
clasificación y en este momento no lo estamos tanto. Pero no por
ello debemos cometer el grave error de la autocomplacencia y que
todo el mundo piense que vamos a ir a San Mamés a vivir una noche
tranquila. Eso hay que olvidarlo», advirtió.
«Tenemos que ponernos en una situación como las que hemos estado
antes y en las que hemos respondido, porque eso nos va bien»,
añadió Valverde, quien señaló que el principal «peligro» que puede
entrañar sería pensar «que está ganado de antemano».
El de Viandar de la Vera incidió en el error que supondría «no
salir lo suficientemente concentrados» y, después de haber logrado
por fin esa ansiada victoria a domicilio en Zaragoza, «tirar por la
borda» este encuentro ante un equipo que, avisó, «ha sacado más
puntos fuera de casa que en su campo».
«Queremos terminar bien un año que ha sido muy bueno para el
Athletic. Esperamos que mañana la gente venga contenta y dispuesta
a animarnos porque su impulso puede ser muy importante. Esa
sensación de alegría por las dos últimas victorias no nos puede
hacer olvidar que tenemos un partido fundamental», explicó.
Valverde confía, por tanto, en aprovechar la confianza adquirida
tanto en Bélgica como en Zaragoza para alcanzar el paréntesis
navideño con 24 puntos -solo uno menos que la pasada campaña- y
«descansar bien» antes de afrontar un mes de enero «muy
fuerte».
Acerca de su rival, el entrenador del conjunto rojiblanco
interpretó las críticas de Héctor Cúper a su plantilla después de
la última derrota ante Osasuna como un intento del técnico
argentino por buscar un «revulsivo inmediato» que le permita buscar
una salida a la delicada situación que atraviesa el conjunto
mallorquín. «Cada vez quedan menos partidos y deben de reaccionar.
Solo tienen trece puntos y Cúper querrá buscar que mañana vengan
aquí a pelear al máximo», apuntó Valverde.
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