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El vestuario del Real Mallorca se sacudió ayer toda la presión de las últimas semanas y empezó a desprender optimismo después de noventa minutos balsámicos. El hecho de firmar un resultado positivo después de muchas semanas sin hacerlo espoleó los ánimos de una plantilla que empieza a creer en sus posibilidades y eso era visible en el rostro de los futbolistas al término del encuentro. Ya llueve menos sobre la caseta balear y aunque será necesario ratificar la mejoría en las dos próximas semanas, el futuro del equipo está abierto a la esperanza.

Uno de los protagonistas de la tarde fue Toni Lluis Adrover, Tuni, que salió de inicio al terreno de juego y que actuó en la banda izquierda del centro del campo mallorquinista. El jugador solleric señalaba a la conclusión del partido que «era importantísimo conseguir los tres puntos porque nos permite acercarnos al Getafe y recortar terreno con otros de los equipos que están por la zona baja. Sin duda se trata de una inyección de moral importantísima para nosotros en estos momentos».

El atacante mallorquín destacó que «el equipo está muy implicado y no sólo desde hoy (ayer), aunque tal vez lo hayamos demostrado más. Hemos salido a presionar arriba, a intentar morder al Getafe para que no pudiera maniobrar como esperaba y nos ha salido bien. También hemos llegado más veces a la portería contraria que en otras ocasiones», señalaba el zurdo en alusión al juego del Mallorca.

Acerca de su posición en el terreno de juego, Tuni afirmaba que «no es fácil jugar en la banda izquierda, pero personalmente estoy muy satisfecho. Creo que me falta algo de rodaje, pero eso se va cogiendo con los partidos. Sentía unas molestias en el gemelo y he preferido pedir el cambio para que saliera otro compañero que pudiera cubrir mejor las posibles llegadas de Gallardo».

Miquel Àngel Moyà, por su parte, subrayó que «necesitábamos un resultado como éste. Yo personalmente me quedo con la ilusión, las ganas y el corazón que hemos puesto sobre el campo, aparte del criterio que hemos exhibido durante todo el partido». El guardameta de Binissalem, que volvió a mostrarse muy seguro bajo los palos, incidía en que «queríamos darle una alegría a la afición porque se lo merece. Nos han ayudado desde el comienzo del partido y han estado en todo momento sensacionales», reconociendo así el papel que había jugado la grada en el triunfo.

El cancerbero explicó que «teníamos claro que pasase lo que pasase teníamos que estar relajados sobre el campo porque sabíamos que tendríamos opciones. Ojalá lo continuemos en Málaga».