El Mallorca realiza mañana una escala terminal en su tránsito hacia
la curación definitiva. El grupo de Cúper parte hoy a Málaga, una
plaza que puede marcar su futuro y señalar en el libro de ruta la
salida del laberinto. La victoria ante el Getafe ha servido para
templar los ánimos, pero no para alcanzar la tierra prometida, a
cuatro puntos. La triada de la supervivencia sigue mañana en La
Rosaleda con el propósito de no arrojar por el desagüe el crédito
ganado el pasado domingo. Para ello, Héctor Cúper ha sido el
primero en coger la pala y echar arena en el fuego de la euforia.
El entrenador del Mallorca quiere un buen ánimo, pero no
relajación: «El ánimo de esta semana ha sido diferente, pero
debemos tener cuidado en no confundir un buen estado de ánimo, que
hace crecer al jugador, con un estado alegre que muchas veces puede
conducir a la relajación y eso es muy peligroso. La victoria nos ha
dado un poco de respiro, pero debemos mantener la tensión».
Cúper, que confirmó la recuperación de Iuliano y las dudas que
planean sobre la presencia en la convocatoria de Ballesteros, eleva
al máximo la importancia del choque, «es otro partido de seis
puntos, y advierte sobre la peligrosidad del rival: «He visto a un
Málaga con una gran actitud y una predisposición a luchar los
partidos, dos virtudes que le convierten en un equipo difícil. Han
logrado resultados positivos (dos triunfos y una derrota con
Antonio Tapia en el banquillo) y eso fortalece el ánimo. Ante el
Zaragoza, jugaron un buen primero tiempo y vamos a tener muchas
dificultades, no sólo por su juego sino por el aliento de su
afición, que le da un extra al equipo local. Pero en ánimos estamos
parejitos».
A pesar del secretismo que suele rodear sus comparecencias
previas a los partidos, Cúper dejó entrever su intención de repetir
mañana en La Rosaleda el once que dibujó ante el Getafe, con la
única novedad del italiano Mark Iuliano por el lesionado
Ballesteros: «Uno a veces elige caminos que no son los mismos para
ganar un partido porque elige una estrategia diferente. Viendo lo
que el equipo hizo el domingo, no deberíamos cambiar demasiado,
quizás algún movimiento, algunos metros más allá o más acá en el
campo... pero en principio no tiene por qué cambiar absolutamente
nada. Vamos a salir a ganar y a veces lo que cambia es la fórmula o
el camino que uno elige para ganar un partido; pero siempre se sale
a ganar».
El técnico cree que el triunfo ante el Getafe ha supuesto un
«primer pasito» para la remontada, aunque se niega a hablar de
rachas porque sólo «hemos ganado un partido». «Espero que sea el
inicio de una racha, pero para ello debemos mantener un juego lo
más equilibrado posible en todos los órdenes. El resultado es
bienvenido, pero es producto de algo. Si el equipo ha encontrado
una manera, una forma, un equilibrio, hay que mantenerlo. Entramos
en una etapa de partidos fundamentales, como todos, aunque los
próximos tres o cuatro definirán nuestra situación en la
clasificación».
Cúper no firma el empate porque «nunca es un buen resultado
antes del partido», aunque puntualiza: «Después del encuentro se
puede analizar las circunstancias, las posibilidades, el juego y
entonces quizás sea positivo, pero la idea nunca es jugar al
empate. Para mí el empate nunca es un buen resultado antes de
jugar; después sí puede ser un buen resultado; si jugamos mal y
puntuamos, es para valorarlo, pero a priori vamos a salir a
ganar».
Si la semana pasada le dio un toque de atención a Okubo, ayer
tuvo palabras más agradecidas para el delantero japonés: «Está
mejor, aunque estamos intentando resolver esas cositas que hacen
que él todavía no puede desenvolverse con mucha soltura, como puede
ser el idioma y eso está mejorando. Pero todo el mundo le está
ayudando. No es tan sencillo cuando hay costumbres tan diferentes
y, sobre todo, idiomas tan distintos».
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