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Elena Gómez donó ayer de uno de sus objetos más valiosos, del trofeo más importante de su vida: la medalla de oro que ganó en la modalidad de suelo del Campeonato del Mundo de gimnasia artística celebrado en Debrecen (Hungría) en 2002. La nueva casa del metal, el único oro de la gimnasia artística femenina española en un Mundial, es ahora el Museu de l'Esport.

En un acto realizado en el propio Museu de l'Esport, Elena Gómez hizo entrega ayer a la consellera ejecutiva del departamento de cultura del Consell de Mallorca, Dolça Mulet; a la directora insular de Joventut, Malena Estrany; y al director técnico del Museu de l'Esport, Miguel Vidal de la medalla de oro cosechada en el Campeonato del Mundo de Debrecen. Además donó la malla que utilizó para realizar el ejercicio de suelo en el pabellón hungaro y una fotografía captada durante su reciente participación en los Juegos Olímpicos de Atenas para realizar el cartel anunciativo de su gesta.

Tanto Dolça Mulet como Miguel Vidal destacaron la generosidad de la gimnasta y aseguraron que, junto a la medalla de oro lograda por el regatista Pepote Ballester en los Juegos Olímpicos de Atlanta, el metal donado por Elena Gómez era el objeto más valioso del Museu de l'Esport. Malena Estrany anunció que el Museu va a tener a partir de ahora un caracter itinerante y que su intención es que pueda recorrer todos los pueblos de Mallorca.

Elena Gómez continúa preparándose para el nuevo objetivo que se ha marcado: el Campeonato del Mundo de Australia que se disputará en noviembre. La gimnasta, que además del oro en Debrecen, se colgó la medalla de bronce en el Mundial de Anaheim de 2003, quiere volver a subirse al podio en la competición de las Antípodas. En los próximos meses se le avecina un duro trabajo de preparación.