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Efe|BRASIL
Rafael Nadal apostó por la gira sudamericana para alcanzar un doble objetivo. De una parte, asegurarse su presencia en los Masters Series de Roma y Hamburgo. Y de otra tratar de llegar a Roland Garros con ránking suficiente para salir como cabeza de serie y evitar a los rivales más peligrosos en las primeras rondas. Por el momento la apuesta está siendo muy favorable. Cuartofinalista en Buenos Aires, ayer sumó el segundo título de su carrera profesional tras imponerse en la final del Torneo de Brasil a Beto Martín por 6-0 y 6-7 (2) y 6-1.
Martín, de 26 años y 61 en la clasificación de entradas de la ATP, prácticamente entregó la primera manga pero ejerció fuerte resistencia en la segunda ante un Nadal, de 18 años y 48 en la clasificación, que demostró en Brasil que ya no puede ser visto como una revelación sino como un favorito.
El mallorquín, que ayer disputó su tercera final en torneos ATP, sumó un segundo título con el Abierto de Brasil, tras haber conquistado hace pocos meses el torneo de Sopot (Polonia) y haber perdido la final que disputó en Auckland hace un año ante el eslovaco Dominik Hrbaty.
El español confirmó en Brasil el buen momento de su carrera. Además del título en este Abierto, con el que se adjudicó 35 puntos ATP, llegó a cuartos en Doha (primer torneo del año) y en Buenos Aires (la semana pasada), en donde fue eliminado por Gastón Gaudio, a la postre vencedor del torneo.
En una final española de un torneo que siempre tuvo como protagonista al brasileño Gustavo «Guga» Kuerten, campeón en dos de las cuatro ediciones (2002 y 2004), los dos adversarios confirmaron la potencia de la llamada «armada española».

Agustín Calleri
Nadal, sexto cabeza de serie del torneo, ya había vencido en cuartos al argentino Agustín Calleri, que era considerado uno de los favoritos para un torneo del que fue finalista el año pasado. Y tuvo otra dura prueba el viernes, cuando, enfrentado a un público hostil y al cansancio, venció en una jornada maratoniana primera a Àlex Calatrava y posteriormente al brasileño Ricardo Mello en semifinales.
Los dos españoles nunca antes se habían enfrentado en torneos de la ATP y por lo visto en los primeros minutos de un partido que se extendió por poco más de dos horas parecía que Nadal se impondría con facilidad. En una primera manga de apenas 30 minutos prácticamente no tuvo dificultades para quebrar el servicio de Martín en tres oportunidades y confirmar el suyo en otras tres. El tenista manacorí aprovechó no sólo su juego desde el fondo de la cancha, ya que pocas veces se atrevió a subir a la red, sino también los errores, poco usuales, del catalán Beto Martín, que acostumbra a ser un muro desde la línea de fondo.
La segunda manga de casi una hora parecía inicialmente una repetición de la primera y, cuando todo indicaba que Nadal vencería la final por un doble 6-0, Martín reaccionó en el quinto juego, en momentos en que perdía por 4-0, y quebró el servicio de su adversario.
A partir de ahí el mallorquín comenzó a enfrentarse a una mayor resistencia. Tras haber vencido diez juegos consecutivos, perdió los cuatro que se siguieron y vio a Martín igualar el marcador hasta 6-6 y llevarlo a un desempate, en el que el catalán se impuso por 7-2.
El tenista manacorí recuperó la confianza en la tercera manga y no tuvo problemas para vencerla por 6-1, nuevamente en apenas media hora.
«Me confié un poco cuando vi que estaba ganando la final tan fácil y después pasé momentos difíciles. Pero cuando volví a imponer mi ritmo gané el partido», afirmó Nadal al explicar la recaída que sufrió en la segunda manga.
Con el título del Abierto de Brasil, Nadal consiguió su objetivo de sumar puntos en la clasificación para poder llegar a Roland Garros como cabeza de serie. «Mi principal objetivo es llegar bien a Roland Garros, por lo que tengo que subir en la clasificación. Quiero jugar por primera vez el Abierto de Francia como cabeza de serie», aseguró al recordar que diferentes lesiones le impidieron disputar ese torneo en los dos últimos años.
El Abierto de Brasil, con premios por 335.000 dólares y 35 puntos ATP para el ganador, fue disputado en canchas de tierra batida en el balneario de Costa do Sauípe, en el estado de Bahía (noreste de Brasil). Para alcanzar su segundo título de la temporada Rafael Nadal ha tenido que dejar en la cuneta a rivales muy peligrosos desde la primera ronda. El jugador mallorquín se estreno en el cuadro brasileño midiéndose al argentino José Acasuso, un tenista de mucha calidad que acostumbra a mostrarse mucho más regular de lo habitual en él cuando juega sobre tierra batida. Nadal sufrió en el primer set, pero consiguió llevarse el triunfo por 7-6 y 6-3.
El Torneo de Brasil sufrió un retraso bastante importante a partir de la segunda jornada por culpa de la lluvia, de forma que todavía tenían que disputarse los octavos de final y se había llegado al viernes. Los organizadores se vieron obligados a hacer doblar a los jugadores -jugar dos partidos el mismo día-, lo que provocó que Rafael Nadal tuviera que realizar un gran esfuerzo físico para poder alcanzar las semifinales. Superó en octavos a Àlex Calatrava por un doble 6-3 y posteriormente tuvo que enfrentarse a Agustín Calleri, probablemente el rival más complicado del cuadro. Rafael Nadal consiguió imponerse a Calleri, como ya hiciera una semana antes en Buenos Aires, pero para doblegarle necesitó de tres sets (6-2, 6-7 y 6-4) y llegó al hotel después de la rueda de prensa a las cuatro de la madrugada. El tenista manacorí acusó el cansancio al comienzo de las semifinales frente al local Ricardo Mello y vió como el encuentro se le ponía cuesta arriba después de ceder la primera manga por 2-6. Nadal reaccionó pese al cansancio y logró el pasaporte para la final tras anotarse los otros dos sets por 6-2 y 6-4.
Ayer en la final ante Beto Martín evidenció su superioridad respecto al catalán, pero un despiste antes de cerrar el encuentro le obligó a jugar tres sets. Finalmente pudo alzar su segundo trofeo.