Once de gala
Gregorio Manzano apostó por su once de gala para medirse al
Recreativo, que se presentaba en su primera final de Copa. El
técnico andaluz dibujó de salida a Leo Franco en la portería;
Cortés, Niño, Nadal y Poli en defensa; Lozano en el pivote con
Alvaro Novo y Albert Riera en las bandas; Ariel Ibagaza en la
mediapunta; Pandiani y Samuel Etoo en ataque. En los minutos
finales, con el triunfo amarrado, entraron Carlos por Pandiani,
Marcos por Ibagaza y Campano por Etoo, el héroe de la final con sus
dos goles que no pudo festejar el título porque esa misma noche
tomó un vuelo con destino a París para disputar la final de la Copa
Confederaciones.
El Mallorca elevó su superioridad en el marcador a los 20
minutos, gracias a un penalti de Loren a Etoo que transformó Walter
Pandiani para provocar la algarabía de las 15.000 camisetas rojas
que tiñeron de rojo uno de los fondos del Martínez Valero. En la
última acción del primer tiempo, el mallorquín Xisco Muñoz, que
había sustituido minutos antes a Bermejo, remató a la red un centro
de Raúl Molina que fue anulado por el asistente -Rafa Guerrero- por
una presunta falta sobre Miquel Angel Nadal.
Tras el descanso, Samuel Etoo se desperezó y conquistó el
partido. El camerunés firmó los dos últimos goles, el tercero
espectacular, que adelantó la fiesta en las gradas y en el palco,
donde Antonio Asensio Mosbah disfrutaba del éxito ocho años después
de que su padre adquiriera las acciones del Real Mallorca. Pocos
podían imaginar entonces las turbulencias posteriores en el consejo
de administración y en el propio vestuario.
El club entró en una ampliación de capital que se demoró más de
la cuenta y que retrasó las operaciones. Para empezar, ante la
indefinición absoluta de la entidad, Gregorio Manzano se marchó al
Atlético de Madrid y el club decidió apostar por el portugués Jaime
Pacheco. Tras casi dos meses de reuniones maratonianas, el jueves
21 de agosto el Mallorca cerró su ampliación de capital. La
mallorquinización del Mallorca dejó el 80 por ciento del
accionariado en manos locales, con una porción notable en manos del
empresario del ocio Bartomeu Cursach.
Los nuevos dueños del Mallorca se estrenaron en la Supercopa de
España que el equipo balear perdió ante el Real Madrid. Abandonaron
el club Lozano, Pandiani, Riera, Turu, Miquel Soler, Biagini,
Carlos y, el último día de plazo, Ariel Ibagaza. El conjunto de
Pacheco arrancó la Liga con titubeos y Cursach decidió despedir al
entrenador portugués a las primeras de cambio y recuperó a
Aragonés. Cuando la estabilidad parecía ser una realidad, el 21 de
octubre Bartomeu Cursach anuncia su intención de vender sus títulos
y concede un plazo de diez meses. El Mallorca se salvó gracias a
sus cinco últimas victorias consecutivas...y de nuevo otro verano
movido. Cursach cumplió su promesa y abandonó la entidad, que pasó
a ser controlada a partes iguales por la Familia Asensio y Vicenç
Grande.
Un verano de turbulencias
Luis Aragonés se ofreció para ser seleccionador y el Mallorca la
abrió la puerta de salida. Floro fue su relevo. Y Samuel Etoo se
marchó al Barça a cambio de 24 millones de euros, 12 para el club
balear. También dejaron el barco Leo Franco, Miki, Bruggink, Colsa,
Novo...La temporada fue un cúmulo de despropósitos. Ni el regreso
de Cúper activó a una plantilla que coqueteó con Segunda. De
repente, el Levante se hundió y el grupo isleño obró un milagro que
dio paso a una reestructuración profunda en la entidad. Mateu
Alemany y Pep Bonet dimitieron de la presidencia y la secretaría
técnica, respectivamente, y Vicenç Grande asumió el poder absoluto
en el consejo tras comprar las acciones de Miquel Dalmau y Vicenç
Rotger, dos de los mallorquinistas que vibraron en Elche el 28 de
junio de 2003...hace sólo dos años.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.