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Amador Pons|SHANGAI
Los tenistas argentinos tienen un temperamento muy fuerte. De repente tiran un partido ganado o sacan el carácter para levantar un partido perdido. Ayer David Nalbandián echó mano de su garra para dar la vuelta a su duelo con Roger Federer. Logró equilibrar el encuentro pese a haber perdido el primer set, pero cuando parecía que tenía el partido a su favor en el tercer set no supo ganar. El número uno del mundo no necesita demasiadas oportunidades y en el momento que divisó la vía escapatoria destrozó a su oponente (6-3, 2-6 y 6-4). Después de la primera jornada en el Copa Masters, el grupo Rojo ha seguido el guión previsto ya que Ivan Ljubicic también se impuso a Guillermo Coria (6-2 y 6-3).

Ha estado más de un mes y medio parado por una lesión en el tobillo derecho y a Roger Federer le costó coger el ritmo de partido. De hecho David Nalbandián tuvo la primera oportunidad de golpear al suizo en los juegos iniciales del encuentro. Con 1-1 en el marcador y saque del número uno, el argentino se colocó 0-40. Pero Nalbandián no supo aprovechar ninguna de las tres oportunidades de las que dispuso y dos juegos después se encontró con que Federer le hizo un break (3-2 y saque para el suizo). Esta ventaja le sirvió para anotarse la primera manga por 6-3.

Especialistas
Pese a ser un especialista sobre tierra batida, David Nalbandián ha firmado sus mejores resultados en pista rápida (fue finalista en Wimbledon) y sobre el gerflor-taraflex de Shangai era uno de los rivales a tener en cuenta. Roger Federer comprendió pronto porqué. El argentino comenzó a medir bien la distancia en el resto y aprovechó un descenso en el porcentaje de los primeros servicios del suizo para ir metiéndose en la pista. Su dominio era absoluto. Parecía tocado por los Dioses. Descartó los efectos y comenzó a lanzar golpes planos de un lado al otro de la pista. Federer no podía controlar la velocidad de los tiros que recibía y empezó a cometer errores no forzados. Cedió en dos ocasiones su servicio y terminó perdiendo el set por 2-6.

El inicio de la tercera manga fue la prolongación de lo que había sucedido en la segunda. Nalbandián dominaba absolutamente y Federer parecía humano. Desde que el argentino consiguiera el primer break del segundo set en el quinto juego, hasta que finalizó el primer juego del tercer parcial, Nalbandián había sumado 16 puntos por sólo 3 de Federer.

Sumido en esta tendencia desastrosa, Federer entregó su saque en el tercer juego del set definitivo. Cuatro errores del suizo permitieron ponerse a Nalbandián con 1-2 y saque. Pero el golpe definitivo lo pudo haber dado dos juegos después cuando con 1-3 tuvo dos oportunidades para colocarse 1-4. Fue el momento clave. El momento en el que el argentino no supo ganar. El momento en el que dejó que el número uno volviera a meterse en el partido. Ganar ese quinto juego (2-3) provocó que Federer volviera a creer en sí mismo y que ganara protagonismo en la pista. Volvía a ser el dueño del partido, el que decidía las jugadas. Y Nalbandián entendió que sólo le quedaba entregarse. Porque los últimos juegos del partido fueron un paseo militar del suizo que cerró el encuentro por 6-4.

Mañana Roger Federer se enfrentará con Ivan Ljubicic, que en el otro encuentro de la jornada de ayer se deshizo sin problemas de Guillermo Coria. El croata, uno de los máximos favoritos para alzarse con el triunfo en Shangai, exhibió una mejor adaptación a este tipo de superficies y sonrojó al argentino, que en ningún momento supo como contrarrestar el servicio y el juego ofensivo del croata.

Final anticipada
El Federer-Ljubicic se merece prácticamente el calificativo de final anticipada, aunque simplemente servirá para decidir quién de los dos termina la fase clasificatoria como número uno del grupo Rojo ya que en la jornada del jueves todo apunta a que volverán a ganar. Para el croata Ivan Ljubicic ésta es la primera Copa Masters, mientras que el argentino Coria juega por tercer año consecutivo pero sólo ha logrado en este periodo una victoria.

Una derrota en su partido del martes dejaría a cualquiera de los argentinos prácticamente sin opciones de pasar a semifinales, o cuando menos dependerían de resultados ajenos para hacerlo.

Federer fue el ganador de las dos últimas ediciones del Masters y, si triunfase también este año, sería el primero en hacerse con tres títulos desde que el tenista checo Ivan Lendl lo logró entre 1985 y 1987. Por lo visto ayer, no se antoja el mejor Federer de la temporada.