Con el depósito anímico hasta los topes, un once asentado en la
pizarra de Cúper y la sensación de visionar la Liga desde otro
punto de vista, el Real Mallorca regresa esta tarde al tajo después
de disfrutar del fin de semana de descanso. El tercer parón en
apenas tres meses de competición ha llegado en plena ascensión
rojilla. En el mejor momento del curso, con siete de los últimos
nueve puntos en el zurrón, la Liga se ha detenido para un equipo
que divisa un horizonte despejado, después de casi dos meses de
tormento, y que le mirará los ojos a su destino en los tres
próximos partidos.
El domingo visita Montjuïc, después recibe la visita del
Athletic para terminar esta triada en Vitoria ante el Alavés. Serán
tres contiendas ante los equipos que ocupan actualmente plazas de
descenso a Segunda División. Tres choques que marcarán el futuro de
este proyecto 2005-06.
Reacción
Y es que desde aquel agónico triunfo al Celta el pasado 26 de
octubre, las huestes de Cúper se han abrazado al éxito. Empató en
casa ante el Sevilla, en un encuentro que jugó en inferioridad
durante casi una hora, y hace ocho días tumbó al Cádiz en el Ramón
de Carranza gracias a los golazos de Víctor Casadesús y de Juan
Arango. Esa reacción le ha permitido saltar desde la última hasta
la décimocuarta posición con 12 puntos, un registro que supera las
marcas establecidas a estas alturas del torneo en las temporadas
04-05 (7), 01-02 y 03-04 (11) y que le deja a sólo dos puntos de
igualar el botín de 14 puntos obtenido la pasada temporada en toda
la primera vuelta.
La visita a Montjuïc llega en un momento dulce. El grupo de
Lotina presenta una tarjeta local cargada de números rojos. Sólo ha
ganado un partido (1-0 al Real Madrid), empatando ante el Athletic
(1-1) y perdiendo contra Cádiz, Getafe (0-2) y Villarreal (1-2).
Apenas ha marcado tres goles, encajando siete. La presencia en el
conjunto blanquiazul de los ex mallorquinistas Albert Riera y Luis
García añade una dosis de nostalgia a la contienda.
Después de visitar la montaña olímpica Son Moix reabrirá sus
puertas para recibir al Athletic de Javier Clemente, un equipo que
está completando una de las peores campañas de su historia y que
cierra la clasificación de Primera División con unos paupérrimos 7
puntos. El bloque vasco todavía no conoce la victoria lejos de San
Mamés, donde sólo ha atrapado dos puntos merced a sus empates en
Montjuïc y en el Coliseo Alfonso Pérez. La afición espera que el
regreso de Javier Clemente reactiva a un bloque hundido en las
miserias clasificatorias y que sólo ha ganado un partido, el
primero del campeonato, a la Real Sociedad.
Para rematar esta tríada por los suburbios, el grupo balear
volverá a facturar el equipaje para viajar hasta Vitoria. Allí le
espera el Alavés de Dimitri Piterman, el único conjunto del torneo
que no conoce todavía el triunfo en su estadio. A pesar del buen
rendimiento que está ofreciendo el brasileño Nené, el bloque
vitoriano deambula por el fondo del barranco con sólo 8 puntos,
ninguna victoria en casa y el triunfo en El Sardinero como la única
alegría del curso.
La historia señala noviembre como el mes talismán. En los
últimos años, el Mallorca ha logrado sanear sus números en este
tramo y, de momento, la tradición se está cumpliendo, tras los tres
puntos amarrados en el Ramón de Carranza, que le han alejado tres
puntos de la zona de descenso y le han situado a tiro de piedra de
la zona media, a apenas tres puntos del Atlético de Madrid o a
cuatro del Valencia.
Enfermería
Héctor Cúper dirigirá esta tarde la primera sesión preparatoria de
la semana mirando de reojo a la enfermería. Allí siguen Eduardo
Tuzzio, Toni Prats y Jonás Gutiérrez. El central todavía no estará
recuperado para jugar en Montjuic después de sufrir hace tres
semanas una rotura fibrilar de la porción larga del bíceps femoral
derecho.
El portero mallorquín, por su parte, realizó el entrenamiento
del pasado viernes en el gimnasio por una sobrecarga muscular en la
cara anterior del muslo derecho, unas molestias que no le impedirán
estar en condiciones de jugar ante el Espanyol. Por último, el
Galgo tiene una elongación en la parte posterior del muslo derecho
que tampoco reviste demasiada gravedad y que le mantendrá en el
once inicial una semana más.
De cara al compromiso del domingo, el técnico del Real Mallorca
deberá improvisar de nuevo un equipo titular debido a la baja del
centrocampista argentino Guillermo Pereyra, sancionado con un
partido después de su expulsión en el Ramón de Carranza. Por
contra, Cúper recuperará al lateral izquierdo Fernando Navarro, que
precisamente en Cádiz cumplió un encuentro de suspensión.
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