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PALMA AQUA MÀGICA 61
PLASENCIA GALCO 56

PALMA AQUA MÀGICA (16+16+19+10): Battle (11), Ruiz (6), Pacreu (4), Vallmajó (12) y Miller (15) -cinco inicial- Mena (2), Pampín (2), Toledo (0), Johnson (5) y Maras (4)

PLASENCIA GALCO (18+16+15+7): San Miguel (7), Poag (11), Barceló (13), García (6) y Ward (11) -cinco inicial- Domínguez (3), De Santana (0), Lledó (2) y Balmón (3)

Àrbitros: Munar y Zamora. Sin eliminados.

Gustavo López

Las victorias, aunque sean jugando un mal partido, siempre son bienvenidas. Por eso, el Palma Aqua Mágica debe estar más que satisfecho por apuntarse un triunfo más en su casillero, a pesar de la forma en el que lo obtuvo. Tanto el conjunto de Eloy Doce como el Plasencia Galco son dos de los equipos que menos puntos encajan, pero también los que menos anotan, y ayer lo llevaron a efecto. El manual que patentó Bobby Knight de «una buena defensa es un buen ataque» se les olvidó en casa a ambos quintetos.

La máxima del entrenador de Indiana se cumplió al cincuenta por ciento, que fue el de la defensa, pero no así en la ofensiva. Ambos equipos estuvieron seis minutos y 20 segundos del último periodo sin anotar un solo punto. El plantel de Ciutat hizo acopio de valor y de mayor practicidad para solventar el encuentro a su favor. La apertura de partido comenzó con muchos errores en los aros de ambas canastas debido a la dureza física con la que se emplearon los hombres altos de cada equipo mientras que los trencillas hacían la «vista gorda» a faltas claras.

Juanma Ruiz y Battle eran los jugadores locales que veían aro con más facilidad. Por parte de los extremeños, Ward y Poag hacían daño desde distancias cortas. El eléctrónico se movía por los cauces de la igualdad. La diferencia más amplia para el bloque local fue de unos exiguos cinco puntos que de nada sirvieron (16-11, min.8), ya que el Plasencia anduvo rápido y reaccionó sin pestañear para apuntarse el primer parcial (16-18).