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0
Manchester United 0
Villarreal 0

MANCHESTER UNITED: Van der Sar, Brown, Ferdinand, Silvestre, O'Shea, Fletcher, Smith (Saha, m.81), Scholes, Cristiano Ronaldo, Rooney y Van Nistelrooy
Cambios: Ko-Sung Park por Fletcher; Saha por Smith y Neville por Brown.

VILLARREAL: Barbosa, Javi Venta, Gonzalo Rodríguez, Peña, Arruabarrena, Roger, Tacchinardi, Senna, Sorín, Jose Mari y Figueroa.
Cambios: Xisco por Figueroa; Héctor Font por Roger y Josico por Senna.

Àrbitro: Massimo de Santis (ITA). Mostró cartulina amarilla a los locales Silvestre, Van Nistelrooij y Scholes y a los visitantes Senna, Josico y Tacchinardi

Javier Mata|MANCHESTER

El Villarreal, tras empatar 0-0 ante el Manchester en Old Trafford, mantiene intactas sus esperanzas de clasificarse como campeón del grupo D para los octavos de final de la Liga de Campeones, y le bastaría un empate en casa ante el Lille en la última jornada para ver cumplido este sueño. El conjunto que dirige Pellegrini, aunque careció de profundidad ofensiva, protagonizó un partido perfecto, sobre todo en la parcela defensiva, lo que le ha permitido mantenerse invicto en la competición. El Manchester se jugaba gran parte de su futuro europeo y pronto comenzó a avasallar a un Villarreal, que jugaba mermado por las ausencias de dos de sus principales jugadores, Riquelme y Forlán.

Ya en los primeros minutos, Rooney obligó a lucirse a Barbosa tras un remate cerca del área pequeña y protagonizó otros dos disparos que, aunque no tuvieron tanto peligro, sí dejaron patente las intenciones del Manchester.

El equipo de Alex Ferguson anuló la creatividad visitante y Van Nistelrooy y sobre todo, Rooney eran sus principales estiletes. Un cuarto de hora tardó el Villarreal en entrar en el choque, conforme se deshizo de la presión del Manchester, que jugaba a un alto nivel, y Roger trataba de poner orden en el equipo español.

El partido se equilibró cuando el Villarreal se acopló mejor en el campo, aunque la posesión seguía en poder de los locales y eran los 'diablos rojos' los que generaban mayor sensación de peligro, muchas veces propiciada por las imprecisiones y las pérdidas de balón de los hombres de Manuel Pellegrini. Superada la media hora de juego, el Villarreal le había perdido el miedo a su rival y entraba en el área contraria, en una de sus jugadas José Mari no pudo culminar una buena acción por la banda.