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El que se vanagloria no mejora y Rafael Nadal tiene claro que todavía no ha alcanzado su meta. Su camino desemboca en el número uno, en el trono del todopoderoso Roger Federer. Después de firmar la mejor temporada del tenis español, el jugador mallorquín sigue apretando el acelerador. No se conforma con los once títulos cosechados en el curso 2005; quiere más. Quiere ser el mejor. A la espera de que llegue el 2 de enero, fecha en la que comenzará la primera cita del año (Torneo de Chennai), Nadal se ha arremangado la camiseta y ha comenzado su pretemporada. No renuncia a nada que le permita mejorar. No le da pereza esforzarse al máximo. Ha comenzado a sembrar porque es consciente de que la cosecha de 2006 puede ser espectacular.

Un fuerte dolor en la inserción del ligamento peroneo-astragalino anterior del pie izquierdo impidió que Rafael Nadal cerrara el curso 2005 como merecía. No pudo actuar en su primera Copa Masters y tuvo que volver de Shanghai sin jugar una cita importante, un torneo que le hacía mucha ilusión. A sus 19 años, y con la carrera más prometedora del tenis mundial, el mallorquín tuvo que parar para no poner en peligro la temporada 2006. Ha hecho coincidir su periodo de reposo (dos semanas) con sus vacaciones y el pasado lunes comenzó a entrenar de nuevo. Durante esta semana va a ir ganando intensidad progresivamente para que su pie izquierdo no se resienta. Tiene casi cuatro semanas para recuperar su mejor forma y dos torneos para coger el ritmo de competición antes de que llegue el primer gran objetivo de la temporada: el Open de Australia.

Durante esta pretemporada van a tener un papel protagonista todos los componentes del equipo de Rafael Nadal. El entrenador y máximo responsable de la carrera del tenista, Toni Nadal, va a pulir el juego demanacorí. Su tenis va a ser más ofensivo en 2006. El gran número de torneos que Rafael jugó la temporada anterior sobre tierra batida le hicieron retroceder en la pista, perder confianza en el tiro ganador. El próximo año Nadal va a actuar más veces en pista rápida porque quiere ser un tenista completo, capaz de ganar en cualquier superficie. En este sentido, muchas de las horas que se va a pasar durante estas semanas en la pista irán dirigidas a que su juego se transforme. Pero en esta pretemporada también van a tener mucho trabajo el preparador físico Juan Forcades y el recuperador Juan Antonio Martorell, el último en incorporarse al equipo de trabajo de Nadal. Forcades y Martorell van a estar permanentemente en contacto para tratar de conseguir que el cuerpo del jugador balear siga siendo una roca, dueño de un físico capaz de soportar partidos de cinco horas sin parar de correr. Para conseguirlo no basta con el entrenamiento en la pista. Nadal realiza infinidad de ejercicios para ganar resistencia, velocidad, para compensar el esfuerzo que hace con la raqueta y que las lesiones no aparezcan. Como puede observarse en la imagen, este año algunos de esos ejercicios los realiza en la piscina, con el objetivo de salirse de la rutina.