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PALMA AQUA MÀGICA 80
DRAC INCA 71

PALMA AQUA MÀGICA (18+14+22+26):Robert Battle (23), Juanma Ruiz (19), Pep Pacreu (16), Xavi Vallmajó (9), Shalawn Miller (8), -cinco inicial- Santi Toledo (0) y Pedro Llompart (5).

18 de 37 en tiros de dos puntos, 8 de 27 en triples y 20 de 22 en tiros libres. 40 rebotes (29 defensivos y 11 ofensivos) y 14 faltas personales.

DRAC INCA (13+16+19+23):Rod Brown (10), Antonio Reynolds (21), Jan Jagla (3), Anthony Stacey (16), Alberto Ruiz de Gallarreta (5), -cinco inicial- Alberto Alzamora (0), Sergio Rodríguez (2), Joan Riera (10) y Rogelio Legasa (4).

21 de 43 en tiros de dos puntos, 6 de 18 en triples y 11 de 12 en tiros libres. 26 rebotes (23 defensivos y 3 ofensivos) y 21 faltas personales.

Àrbitros:Morales y Zafra. Eliminaron por cinco faltas personales a Pedro Llompart y castigaron con técnica a Anthony Stacey.

Incidencias:Palau d'Esports de Son Moix. Más de 3.500 espectadores presenciaron en directo el partido correspondiente a la 17ª jornada de la Liga LEB. Los alcaldes de Palma e Inca, Catalina Cirer y Pere Rotger, presidieron el palco.

Fernando Fernández

Era el momento ideal para reivindicarse. La gran fiesta del baloncesto mallorquín confirmó que Inca posee una afición para sentirse orgullosos, que la de Palma empieza a hacer suyo a este Aqua Mágica y que nuestras dos franquicias LEB nos van a dar más de una alegría. Era un derbi histórico, un pulso en el que la mejor defensa dejó en 71 puntos al ataque más arrollador (80-71). En el que el rebote y el perímetro del grupo de Doce marcaron las diferencias. En el que Reynolds sufrió más que nunca y, por encima de todo, los cuarenta minutos que confirman a Robert Battle como un futurible jugador de ACB y la Bestia que permite al Aqua Mágica seguir soñando.

La tensión se mascaba en cada posesión y los primeros minutos eran la mejor muestra de que había en juego algo más que una victoria. Doce volvió a lucir un solvente manual defensivo y confió en Pacreu para frenar a Stacey y en la muñeca de Ruiz para decidir. Con el físico de Battle ya contaba. Reynolds no. Vallmajó se puso las pilas y condujo al Palma en un inicio arrollador. Viendo que a Battle no había quien le parara, se optó por Legasa. Pero poco pudo hacer en el gran día del estadounidense (23 puntos, 14 rebotes y 2 asistencias), que cazó el MVP de la jornada. Sus números desde la línea de tiros libres (11 de 11) evidenciaban que estaba motivado.

En el epílogo del primer cuarto, el Palma ya se permitía la licencia de ponerse siete arriba (18-11). La zona bloqueaba al Drac, que optó por esa misma opción. Pero siempre que los de Doce se marchaban, resurgía el mejor Inca para recuperar el equilibrio que otorgó más emoción si cabe al derbi con un parcial de 2-10 que provocaba la euforia gualdinegra (22-23). Era el peor momento de los locales, que tomaron nota y merced a dos triples de Llompart y Ruiz, le daban la vuelta al partido (28-25). Legasa se cargaba de faltas y un inédito Jagla no daba crédito. Miller y Battle apenas daban opciones a Toledo y Maras y su presencia resultaba un serio problema. Algo que Llompart pudo agravar si su triple al filo de la bocina que señalaba el descanso no se hubiera salido de aro (32-29). No perdía el ritmo del partido el Drac, pero el rebote era su asignatura pendiente. Y si Pacreu y Ruiz están inspirados, resulta difícil sacar de sus casillas al Palma. Mate a mate, Battle iba despertando a la hinchada. Hasta que Pacreu y Ruiz cocinaron un parcial de 7-0 que puso cinco arriba al Palma (51-46), a la par que Reynolds iba acumulando faltas. Mala noticia para el Drac que sufrió un duro revés cuando los nervios traicionaron a Stacey, que la emprendió con Pacreu y, como mal menor, recibió una técnica con el choque ardiendo. Ruiz no desaprovecho la ocasión que se le brindaba. Anotó los tiros libres y dos puntos más que marcaban el inicio de la escalada (58-51). Con Legasa y Reynolds con cuatro faltas, Jagla fuera de órbita y Alzamora en el banquillo, Battle y Miller campaban a sus anchas. Robert se metía a la grada en el bolsillo ante la indignación de la parroquia inquense, crispada con el tándem arbitral. El reloj corría en su contra y en los dos últimos minutos, el Drac acabó por certificar su derrota. Los fallos de Brown y Galarreta la sellaban. El Palma entraba en el último minuto diez arriba (76-66). Battle se recreaba y el derbi se queda en un Son Moix inexpugnable.