Barrera histórica

El partido que abrocha el 2005 merece un último esfuerzo. El morbo de ver a Cúper sentado de nuevo en uno de los banquillos Mestalla o el hecho de no haber ganado nunca en la capital del Turia alimentan aún más la trascedencia de una cita de referencia, pero son sólo elementos superficiales destinados a adornar el epílogo del año. Lo verdaderamente importante es que el Mallorca acude a Valencia con la luz de alarma encendida y que está obligado a desactivarla para mejorar su calidad de vida durante el parón navideño. Por imposición del calendario, tendrá que hacerlo en uno de los estadios que más le intimidan de toda la Liga española y ante uno de los equipos más poderosos que circulan por el campeonato. El técnico de Chabas ha anunciado que sus jugadores se aplicarían las pinturas de guerra para alterar una dinámica deficiente, pero da la sensación de que va a hacer falta algo más que buenas intenciones para arrancarle algo positivo a la cita (Mestalla, Canal Plus, 21.00 horas).

El Mallorca vuelve a colocarse sobre la línea de salida con menos efectivos de los habituales y con la necesidad de reordenar una defensa que se ha convertido en uno de los principales focos de infección del equipo debido a los movimientos que acarrea. En esta ocasión el técnico recupera a David Cortés -se perdió el partido ante el Atlético por un proceso gripal-, pero vuelve a cojear por el lado contrario como consecuencia de la baja de Fernando Navarro, que ayer fue sancionado con un partido por el Comité de Competición por su expulsión del pasado domingo. Con ese panorama al preparador balear no le va a quedar más remedio para desplazar acomodín Maciel al costado izquierdo y devolverle los galones a Potenza para que reaparezca de inicio en el eje de la defensa. Junto a él estará el hombre más inspirado del vestuario isleño, Mark Iuliano, que quiere aprovechar la confianza recopilada para imponer un poco orden en el área de Toni Prats.