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Marc Coma (KTM), campeón del mundo de raids, volvió a demostrar su objetivo de hacerse con su primera victoria en el Dakar al defender el liderato en la infernal octava etapa, disputada entre Atar y Nuakchot con 508 de especial, en tanto de Carlos Sainz (Volkswagen) sufrió los sinsabores del desierto y tras chocar con una piedra aún no ha terminado.

Coma, pese a los problemas de navegación, supo capear el temporal y acabar el quinto de la etapa, a 8:02 del francés David Casteu, el sorprendente ganador del día ya que además de ayudar a su compañero Cyril Despres lo adornó con el triunfo parcial. Coma manda ahora con 6:23 sobre el también español Isidro Esteve (KTM), cuarto en esta jornada en la que recortó poco más de un minuto de desventaja respecto a su ex compañero de equipo, quien se cayó al principio y se rompió eroad book, por lo que tuvo que acelerar y esmerar la atención para no perder la huella de los que le precedían y no perderse.

En coches, fue un día más que complicado para casi todos, aunque principalmente para Carlos Sainz. El bicampeón mundial de rallys, que el viernes había descendido a la quinta plaza tras haber mandado en la general desde el principio, dijo adiós a todas sus opciones por culpa de una avería en su vehículo Volkswagen tras chocar con una piedra al inicio de la jornada (kilómetro 26).