Un enclave favorable

El Mallorca prepara esta semana su desembarco en uno de los campos en los que más cómodo se ha sentido ultimamente. El calendario le tiene programada una cita decisiva sobre el tapete de La Romareda y los números acreditan que al cuadro balear se le suele dar muy bien la capital aragonesa. Los rojillos sólo han regresado de vacío en dos de las siete visitas que han realizado a Zaragoza desde su vuelta a la máxima categoría y lo que es más importante, Cúper ha ganado los tres partidos que ha dirigido allí como técnico mallorquinista. El conjunto afincado en Son Moix se ha asegurado 13 de los últimos 21 puntos que ha disputado en territorio maño y va a intentar aferrarse a esa estadística para empezar a recuperar el crédito que ha perdido en el campeonato. Su primera comparecencia, en la temporada 1997-98, fue de la mano del actual técnico y el Mallorca dio toda una lección ofensiva que le permitió llenarse los bolsillos de puntos gracias a dos tantos de Santi Ezquerro y a uno de Óscar Mena que neutralizaron los conseguidos anteriormente por el brasileño Jamelli. Un año después, los insulares hicieron valer de nuevo sus credenciales y se adelantaron poco después del primer cuarto de hora con una diana del central Marcelino Elena que acabó siendo determinante (0-1).

El peor descalabro del Mallorca en La Romareda de la última década se produjo durante la campaña 1999-00, en la que se estrelló frente a un Zaragoza mucho más entonado que le arrolló por completo (3-0). Los bermellones nada pudieron hacer para para frenar el entusiasmo aragonés y tuvieron que esperar hasta la jornada 13 del curso siguiente para sacarse esa espina, aunque no llegaron a conseguirlo plenamente. En la 2000-01 ambos equipos firmaron las tablas (1-1) y el Mallorca facturó un punto en su equipaje que al final del torneo tendría un valor altísimo. El trienio más flojo en este periodo se completó con la derrota mínima (1-0) del curso 2001-02, en la que eToro Acuña jugó un papel básico.