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REAL MADRID 76
LLANERA MENORCA 64

REAL MADRID (21+16+20+19): Sonko (16), Rakocevic (13), Tomas (9), Hamilton (6), Reyes (11) -cinco inicial-, Hervelle (2), Gélabale (12), Hernández-Sonseca (4) y Héctor García (3).

22/46 en tiros de dos, 6/22 en triples y 14/18 en tiros libres. 45 rebotes (25 en defensa y 20 en ataque). 31 faltas personales.

LLANERA MENORCA (12+17+13+22): Krstic, Yáñez (17), Stojic, Moss (11), Eley (12) -cinco inicial-, Reynés (8), Kornegay, Alberto Miguel (12), Stimac (4) y Sabaté.

13/34 en tiros de dos, 5/15 en triples y 23/31 en tiros libres. 29 rebotes (22 en defensa y 7 en ataque). 20 faltas personales.

Àrbitros: Amorós, Llamazares y Pérez Niz. Eliminaron por cinco faltas a Felipe Reyes y Bud Eley.

Xisco Cruz|MADRID

El Llanera le concedió 20 rebotes de ataque al Madrid, y el equipo de Maljkovic le hizo añicos. En un partido defensivo, físico, de mucho contacto, el Menorca sufrió un importante cortocircuito bajo los tableros y el actual campeón no tuvo piedad, necesitados como estaban en Vistalegre de buenas noticias. Un mal inicio de partido y un pésimo arranque del tercer cuarto condenaron a los de Segura, que sólo tuvieron opciones cuando el Madrid bajó los brazos (76-64). Segura dispuso de inicio a Yáñez para alimentar su perímetro, pero el Llanera emanó sangre durante todo el primer cuarto.

Apenas una penetración de Alberto Miguel aportaron sus exteriores, demasiado preocupados en cerrar las vías de fuga que abrían Rakocevic y Tomas al otro lado. El Madrid demarró en el arranque y casi sin darse cuenta al Menorca se le había empinado el partido (6-0). Sólo la sociedad que formaron Moss y Eley bajo los tableros sostuvo al grupo de Segura, incapaz de detener a Reyes. El pívot del Madrid se forró en el primer cuarto, hasta que las faltas le enviaron al banquillo. Antes, ya había descosido al Llanera, que veía como el equipo de Maljkovic iba lanzado (14-8).

Los menorquines vivieron entonces de los tiros libres, porque Yáñez andaba desaparecido y de Krstic no había noticias. Pero el Madrid afinó antes de cerrar la primera entrega y con cinco puntos de Marko Tomas abrió la herida (21-12). El Llanera encajaba todos los golpes sin rechistar y sólo Moss hacía daño jugando al poste. Pero la avería era grande en ataque y por ahí empezó a languidecer el Menorca.