Braulio Nóbrega y Ramón Rosselló se estrechan la mano tras la presentación de ayer en Son Moix. Foto: MONSERRAT

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Después de remover el mercado nacional e internacional durante el último mes, de sondear los fichajes de delanteros consagrados como Walter Pandiani, Steffen Iversen o el brasileño Derlei, el Mallorca cerró ayer la puerta del vestuario con la incorporación de un futbolista cargado de futuro, pero con un presente huérfano de éxito. El canario Braulio Nóbrega (Fuerteventura, 18-09-1985) llega a la Isla cedido por el Atlético de Madrid para cubrir la baja del griego Lampros Choutos y luchará con Okubo y su amigo Víctor, con quien coincidió con la selección española sub-20 en el pasado mundial de la categoría, por una plaza en la titularidad.

El canario, que apenas ha disputado once partidos en dos temporadas Primera División, se convirtió en el cuarto y último refuerzo invernal del equipo isleño en el presente mercado de enero, que finalizó a las doce de la noche de ayer. La ascensión de Rafita al primer equipo y las salidas de Peralta (Newell's), Choutos (Reggina) y Iuliano (Sampdoria) completan los movimientos sísmicos producidos en los últimos treinta días.

El adjunto a la presidencia del Mallorca, Ramón Rosselló, hizo de maestro de ceremonias -Vicenç Grande se encuentra de vacaciones en las Islas Mauricio- para presentar a Braulio. Después de alabar al jugador por haber aceptado la oferta, apuntó que Braulio recala en el club en calidad de cedido sin opción de compra: «Lo hemos intentado de todas las maneras posibles, pero el Atlético no ha cedido. Eso demuestra que es un futbolista que entra en sus planes de futuro y que el Atlético no quiere desprenderse de él», apuntó.