A Rafael Nadal siempre le han ido los retos y parace dispuesto a
hacerle un pulso a Roger Federer pese a que el número uno está
tremendamente complicado esta temporada. En Indian Wells comienza
la auténtica batalla. Los Masters Series y los Grand Slams van a
determinar las posiciones en el ránking y el mallorquín llega a la
cita de California con la moral por las nubes. En Dubai ganó mucho
más que un torneo. Sus lágrimas -sólo había llorando antes en
Roland Garros- son una evidencia. Llegan quince días cargados de
emociones. Nadal quiere empezar a ganar la guerra en Estados
Unidos.
Porque basta echar un vistazo al cuadro de Indian Wells para
darse cuenta de que esto ya va en serio. Rafael Nadal es favorito
para jugar la final ante Roger Federer, aunque no va a tener ni un
solo partido sencillo antes de volver a medirse con el suizo.
Tendrá que empezar con un tenista checo (Vik o Hernych), lo que por
definición significa especialista en pista rápida. Fish o Volandri
aparecerán antes que Stepanek o Grosjean. Cuartos ante Hewitt o
Baghdatis y semifinales ante Roddick o Agassi. La cuesta no podía
ser más empinada.
Pero sabiendo que a Rafael Nadal le van los retos y que está
completamente recuperado de su lesión en el tobillo izquierdo, la
preocupación recae sobre sus rivales. Su triunfo en Dubai es toda
una declaración de intenciones. Un aviso para el resto de jugadores
y una advertencia para Federer.
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