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PALMA AQUA MÀGICA 79
L'HOSPITALET 88

PALMA AQUA MÀGICA (23+17+16+15+8): Robert Battle (12), Roberto Bergersen (11), Xavi Vallmajó (7), Shalawn Miller (8), Raymond Tutt (27), -cinco inicial- Raúl Mena (0), Pep Pacreu (10), Santi Toledo (0) y Pedro Llompart (4).

24 de 45 en tiros de dos puntos, 5 de 17 en triples y 16 de 22 en tiros libres. 32 rebotes (24 defensivos y 8 ofensivos) y 29 faltas personales.

L'HOSPITALET (24+15+13+19+17): Maurice Jeffers (14), Thomas Terrell (32), Xavi Puyada (17), Miquel Feliu (12), Fotios Lampropoulos (5), -cinco inicial- Adrián Boccia (4), Àlex Ros (0) y José M. Coego (4).

21 de 40 en tiros de dos puntos, 8 de 26 en triples y 22 de 31 en tiros libres. 37 rebotes (26 defensivos y 11 ofensivos) y 21 faltas personales.

Àrbitros: Afonso y González. Eliminaron por cinco faltas personales a Xavi Vallmajó, Shalawn Miller, Pedro Llompart y Maurice Jeffers. Además, castigaron con técnica al banquillo local.

Fernando Fernández

Siete derrotas consecutivas en liga -ocho si se tiene en cuenta la semifinal de Copa- duelen, pero la de ayer es de las que tardan en olvidarse. Tuvo el Palma Aqua Mágica la ocasión de romper la peor dinámica negativa del curso, pero el destino volvió a jugarles una mala pasada. Con tres arriba en el electrónico (71-68) y diecisiete segundos, la posesión era de l'Hospitalet. Mario Palma pidió falta, pero o nadie le escuchó o fue imposible hacerla. Hasta tres triples lanzaron los catalanes, pero fue el más imposible de todos, el de Terrell y sobre la bocina, el que frustraba el fin de la racha y daba paso a una prórroga en la que los de Ciutat no se han sabido manejar en sus últimas apariciones.

Otra vez en la posesión definitiva se evaporaban las ilusiones de un vestuario tocado, y de un entrenador cuya paciencia parece agotarse con el paso de las semanas, a base de derrotas agónicas. Pese a todo, el Aqua Mágica sigue en zona de playoff, pero está claro que deberá optar a las series de ascenso con el factor pista en contra. Terrell fue una pesadilla sobre el parqué de Son Moix. Él y los árbitros, que con una larga ristra de decisiones polémicas que dieron el empujón justo al Hospitalet cuando estaba fuera del partido.

Fue a remolque en el mismo en el primer cuarto, pero tuvo que aparecer en pista Ray Tutt para poner un poco de orden. El suficiente como para firmar un parcial de 9-0 y dar la primera ventaja del partido al Aqua Mágica (16-12). Un espejismo, pues l'Hospitalet emergió con fuerza y un 0-8 les devolvió la hegemonía (16-20) ante un Palma en el que Battle estaba fuera del partido y Bergersen luchaba por meterse en el cinco. Pero eran los de Mateu Rubio los que acababan el cuarto arriba (23-24).