El entrenador del Real Mallorca, Gregorio Manzano, abandonó ayer el
estadio de Son Moix con la satisfacción del buen trabajo realizado
por los suyos, pero también con la sensación de haber podido
obtener un botín más provechoso. El técnico jienense, que no conoce
la derrota desde que regresó al banquillo bermellón, no criticó la
actuación arbitral y lamentó la posibilidad de haber dispuesto de
algún penalti para lograr la victoria. Además, advirtió que la
lucha por la salvación va a ser muy dura debido a la igualdad
reinante y adelantó que habrá muchas jornadas de transistores.
La actuación de Ramírez Domínguez fue puesta en tela de juicio a
la conclusión del encuentro por tres acciones en el área de los
castellonenses, pero Manzano prefirió que el análisis lo hiciera
cada uno con las imágenes de la televisión: «El árbitro no las ha
visto y no podemos hacer nada, porque los partidos ya se han jugado
y las imágenes son las que realmente demostrarán si hemos sido
perjudicados. De todos modos el marcador ya no se va a mover».
Al respecto de los comentarios realizados por los jugadores en
el vestuario tras el encuentro, el preparador andaluz comentó que
«los futbolistas aseguran que no hay duda y todos los comentarios
basados en la imágenes también son así, pero no le tenemos que dar
más vueltas porque no hay que lamentarse».
Sobre el partido Manzano tiene claro que una victoria local
hubiera hecho justicia a los méritos realizados por uno y otro
contendiente: «La segunda parte ha estado más a nuestro favor y si
hubiéramos marcado en algunas de las aproximaciones que hemos
tenido se hubiera dado un resultado más justo. No ha sido así y el
Villarreal ha hecho un buen partido y se lleva un punto importante,
aunque creo que una victoria por la mínima hubiera sido justa».
El entrenador mallorquinista también explicó su decisión de dar
entrada a Doni en lugar del solleric Tuni y argumentó que «teníamos
que tener más el balón porque estaba más a favor de ellos y hemos
preferido tener menos profundidad para controlar más el balón y
creo que en el centro del campo se han cometido menos errores. No
había problemas mas físicos».
Ritmo
Pese a adelantarse en los primeros compases el Mallorca bajó
sensiblemente su rendimiento en el primer acto, en buena medida
debido al buen trabajo de los hombres de Pellegrini: «Es cierto que
ha habido fase en la que el Villarreal se adueñó del balón, pero es
que ellos están tan seguros de sí mismos y tan bien organizados en
el apartado técnico que han encajado el gol y han impuesto el ritmo
lento y de toque que más le interesaba para realizar acciones
combinadas. Nosotros hemos entregado el balón muy pronto y en una
buena jugada suya nos han marcado. Prats no ha tenido sobresaltos y
hemos estado bien en defensa además de tener buenas llegadas, pero
a veces parecía que el equipo estaba algo hipnotizado mirando que
hacía cada uno», indicó Manzano.
Aunque los resultados de la jornada no beneficiaron los
intereses mallorquinistas el preparador rojillo avisa de la
importancia de los compromisos venideros: «El equipo ha hecho un
buen trabajo y hay que alabar el trabajo del grupo porque el rival
no era precisamente una perita en dulce a pesar de las bajas
notables que tenía. No se ha hecho un partido muy brillante, pero
el equipo está metido en lo que hace. Creo que no descubro nada
nuevo porque así serán las jornadas hasta aproximadamente la 35 o
la 34 y la lucha por la permanencia será precisamente eso, una
lucha permanente y constante».
En cualquier caso Manzano, que no pudo celebrar con una victoria
su flamante cincuenta aniversario, se muestra optimista debido a la
progresión experimentada por los suyos y comentó que «estamos por
el buen camino porque los jugadores lo están haciendo
maravillosamente bien».
Manzano avisó la importancia del próximo encuentro ante el
Sevilla en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, un encuentro que se
presume como clave antes de que los mallorquinistas reciban al
Cádiz en Son Moix. Las próximas jornadas serán determinantes para
clarificar el futuro inmediato de los bermellones, que han visto
recortada la distancia respecto a los puestos que marcan la
frontera de la salvación debido a las victorias de los resultados
positivos cosechados por buena parte de los equipos inmersos en la
carrera por eludir el descenso.
Su colega, el técnico chileno Manuel Pellegrini, no compareció
ante los periodistas, pero sí lo hizo el argentino Juan Román
Riquelme, quien calificó de «justo» el empate. «Nos enfrentamos a
un equipo que está luchando por no descender y nos exigió mucho;
además, en la segunda parte acusamos el cansancio acumulado»,
dijo.
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