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Gregorio Manzano tiene marcado en rojo el partido de esta noche en el estadio de Son Moix ante el Cádiz. Y es que el entrenador del Mallorca, que ha completado una lista de convocados de diecinueve jugadores ante la posible baja de Pisculichi, cree que hoy empieza el final de temporada. El jienense quiere prolongar la racha y acercarse a la salvación imponiéndose a un rival directo. Ayer, tras el último entrenamiento antes de la cita decisiva, pidió el respaldo de la afición en un partido en el que destacó la importancia de los puntos en juego y el estado anímico en el que quedará uno y otro contendiente en función del resultado.

El preparador andaluz está convencido que «el partido marca el inicio del final de temporada y es muy importante para nosotros por el trabajo realizado hasta ahora». Además, también cree que «es un partido para rubricar y reafirmar el trabajo para poder terminar una etapa de seis jornadas con 12 puntos, lo que supondría que tenemos una media de dos puntos por partido y por lo tanto un porcentaje al alcance de muy pocos equipos en Primera. Ojalá sea un punto de inflexión al alza».

No obstante, más allá de lo que suceda esta noche sobre el césped del estadio municipal, Manzano advierte que todavía queda un camino muy largo por recorrer para eludir los puestos de descenso: «No hay nada nuevo en la clasificación y aquí no habrá decidido nada hasta la jornada 34, 35 o 36, además, seguirá así salvo que alguno de los implicados consiga la proeza de ganar tres o cuatro partidos seguidos». Por este motivo, el técnico jienense considera que «con la victoria no está todo hecho porque queda mucha tela por cortar y además de los puntos va a ser muy importante el estado anímico en el que quede el equipo que gane y el que pierda, ya que será un factor a tener en cuenta al final del campeonato».