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El once tipo de Manzano podría resquebrajarse el domingo en Balaídos. Tras seis jornadas de sosiego y relativa tranquilidad, las lesiones y las sanciones apuntan directamente a la libreta del técnico jienense, que muy probablemente tendrá que retocar la columna vertebral del equipo de cara a la inminente visita a la cancha del Celta. Aunque Pisculichi parece ya recuperado de los problemas que le impidieron actuar el miércoles ante al Cádiz, Angelos Basinas cogió ayer el relevo del argentino y activó las las alarmas del vestuario con una elongación en el muslo derecho que le convierte en seria duda para acceder a la próxima convocatoria.

Si se confirma la ausencia del griego, que será sometido en las próximas horas a nuevas exploraciones, el andaluz tendría que improvisar una solución de emergencia para la sala de máquinas, ya que desde su llegada al banquillo había hecho del heleno su principal referente sobre el tapete. La victoria frente al Cádiz ha liberado al vestuario de la tensión que se desprendía de su delicada situación clasificatoria, pero también ha supuesto una carga importante para el entrenador de Bailén, que tendrá que recurrir a la profundidad del vestuario para aliviar los efectos de la jornada intersemanal.

Manzano no podrá renovar su confianza en el equipo sobre el que se ha apoyado para sacar al Mallorca del laberinto y ha empezado a buscar alternativas para que éste no pierda un solo gramo de la solidez que le caracteriza. En cualquier caso, las próximas horas serán decisivas para conocer con exactitud las posibilidades con las que cuenta el técnico y mientras tanto, plantilla y cuerpo técnico disfrutan del trayecto más excitante de todo el campeonato de Liga.