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Efe|MADRID
El Barcelona disputa a partir de este viernes en Praga su novena final de la máxima competición europea, saldadas por el momento con un solo triunfo, el que obtuvo en el 2003 en el Palau Sant Jordi, mientras que, para el Tau, será la tercera, después de haber caído en sus dos anteriores presencias. El equipo de Dusko Ivanovic vuelve a una Final a Cuatro tres años después de hacerse con aquel título que acabó con su leyenda negra, que arrojaba un balance de ocho participaciones y ningún título.

El Barcelona conquistó el trofeo tras haber perdido anteriormente cinco finales y haber caído en semis en otras cuatro ocasiones. En el Sant Jordi y ante su afición, el equipo que entonces dirigía el serbio Svetislav Pesic dejó en la cuneta al CSKA de Moscú (76-71) en semifinales y logró por fin su anhelado sueño tras vencer en una vibrante final al Benetton de Treviso (76-65).

Hasta aquel título de 2003, daba igual si el Barcelona había llegado a la final como el máximo favorito, si su baloncesto era el más brillante o si sus jugadores los más preparados. Por un razón o por otra, el equipo azulgrana siempre perdía, bien por las actuaciones de las estrellas de los sucesivos campeones o por un error arbitral (como en París'96).