Pese a tener importantes propuestas sobre la mesa de la Superliga femenina, su elección ha sido la de recalar en la categoria FEV y concretamente en el Icaro. El motivo, el proyecto deportivo que le han propuesto y la posibilidad de compartir pista con las mejores jugadoras del momento como la propia Cacciatori. También el ambicioso proyecto de Carlos López cuenta con una nueva adquisición ya que a la llegada de Magaly hay que unir la contratación de Angie Bland, la tercera central del equipo y que, a falta de una buena posibilidad en el mercado, cierra la plantilla que entrena Ernesto Rodríguez. Las intenciones del presidente pasan por no fichar a más jugadoras hasta el mes de enero, cuando haya transcurrido un tiempo prudencial para ver si con el actual potencial hay suficiente para cubrir los objetivos o es necesario apuntalar alguna parte del equipo.
En principio el Icaro se encuentra en la primera fase de la pretemporada, aunque no será hasta el día 28 de agosto cuando todo el grupo se reúna para dar el pistoletazo de salida definitivo a la preparación de la que será la próxima temporada.
A medida que pasan las semanas el proyecto de Carlos López aumenta en interés y prácticamente tendrá que haber un antes y un después en el voleibol femenino. Por primera vez un equipo de estas características va a contar con una estructura profesional. «Team manager», director técnico, entrenador, segundo entrenador con el programa «Data voley», una cantera modélica en España, todo tipo de detalles para las jugadoras, una campaña de marketing sin precedentes. El objetivo es que toda Mallorca se identifique con el proyecto y que el resto de equipos de la categoría le teman.
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