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¿Quién le iba a decir a Rafael Nadal al comienzo de la temporada que 2006 sería otro año de ensueño? Cuando los médicos no encontraban remedio a su dolor en el tobillo, tuvo que renunciar al Open de Australia e incluso llegó a pensar en que tendría que retirarse, el tenista mallorquín no podía soñar con un curso como éste. El campeón de Roland Garros y finalista de Wimbledon acaba de mantener al equipo español de Copa Davis en la elite y encara el tramo final de la temporada con un único objetivo: seguir mejorando para alcanzar el próximo año el número uno. Rafael Nadal ya tiene planificado el tramo final del curso. Los dos últimos Masters Series (Madrid y París) y la Copa Masters (Shanghai) son las metas más importantes, aunque se disputen en las peores condiciones para el mallorquín. Todo lo que sea recortar la desventaja sobre Roger Federer es positivo, aunque tampoco es una obsesión. La clave probablemente estará en el Open de Australia de la próxima temporada.

Después de terminar agotado física, pero sobre todo psicológicamente, en la eliminatoria por la permanencia en el Grupo Mundial de Copa Davis, Rafael Nadal ha decidido aprovechar esta semana y la próxima para preparar su asalto a la pista cubierta. La primera prueba que va a disputar el jugador balear es el Torneo de Estocolmo (9 de octubre), una cita que afronta con la única intención de coger ritmo y comenzar a aclimatarse a las nuevas condiciones. El tenis en pista cubierta se caracteriza por ser muy rápido. Al ser cerrado la pelota viaja más deprisa y el servicio acostumbra a ser decisivo. Apenas hay intercambio y muchos jugadores optan por subir a la red para finalizar los puntos.

Este test va a permitir a Rafael Nadal preparar el Masters Series de Madrid que comenzará el 16 de octubre. Es una de las citas que más ilusión hace al mallorquín. En la capital española juega con todo el público a favor, prácticamente como si se tratara de un partido de Copa Davis, y el año pasado firmó un triunfo sensacional tras remontar dos sets y doblegar a Ivan Ljubicic en el quinto. Pero el recuerdo de Nadal es agridulce porque además de ganar ese partido, el balear se lesión el tobillo, lo que le obligó a perderse el resto de la temporada y el Open de Australia de este año. Rafael Nadal es consciente de que su juego puede aclimitarse a las condiciones de Madrid, aunque no son las circunstancias que más le benefician. Este año además se esperan a todas las grandes raquetas ya que la clasificación para la Copa Masters está muy igualada y porque al tratarse de un Masters Series todos los tenistas están obligados a participar, salvo lesión.