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Fernando Fernández
A poco menos de una semana para que el baloncesto balear eche a andar tras un largo verano, el Comité Balear de Àrbitros de Baloncesto (CBAB) de la FBIB llevó a cabo el pasado fin de semana el habitual stage de pretemporada, que en esta edición celebró su 25ª edición, con lo que se optó por regresar al escenario inicial de un encuentro pionero, Lluc.

Más de un centenar de árbitros de todas las islas acudieron a la cita, en la que se sometieron a las pertinentes pruebas físicas para calibrar su potencial en este aspecto. Además, los tests teóricos sobre el reglamento ayudaron a actualizar y perfeccionar sus conocimientos sobre el mismo. El trabajo en pista y las charlas técnicas, en las que el deporte escolar y el reglamento interno fueron el eje principal, compusieron la agenda de los presentes, que se dividieron en dos grupos, uno reservado a los árbitros y otro a los auxiliares de mesa.

Los ascensos a Primera División y a LEB (anotadores) fueron el fruto de las sesiones de trabajo, que tuvieron como colofón la presencia de Pedro Rocío, coordinador técnico arbitral de la Federación Española de Baloncesto. Tras la charla técnica impartida por el representante de la FEB, las reuniones del grupo de trabajo de árbitros de Primera y auxiliares de categoría nacional sirvieron de aperitivo para el almuerzo de compañerismo y la clausura del stage, a la que también asisitó el presidente de la Federació de Bàsquet de les Illes Balears (FBIB), Jaume Estarellas, quien deseó suerte al estamento arbitral y les expresó su más sincero apoyo y el del organismo del que está al frente. Antoni Salas, presidente del CBAB, definió como «especial» el regreso a Lluc y «necesario este encuentro para poner las cosas en su orden cuando la temporada está a punto de empezar y todavía se pueden corregir cosas sobre la marcha», comentó el veterano dirigente del estamento.