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Miquel Alzamora
El Real Mallorca firmó ayer un entrenamiento muy intenso en Son Bibiloni donde destacó, además del trabajo de los futbolistas, la labor de Gregorio Manzano. El técnico lleva semanas intentando que el equipo encuentre soluciones a la canalización del juego, quiere más protagonismo del balón en el centro del campo y que realmente la transición entre defensa y ataque sea efectiva. Todo con un único objetivo: llegar con más claridad ante la meta rival. Partiendo de esta premisa el entrenador ideó un ejercicio donde situó con claridad las tres líneas del campo -defensa, mediocampo y ataque-, pero sin rival de por medio. Se trataba de mover la pelota, de situarse sobre el césped, de triangular y pasar el balón con rapidez, de dar mucho protagonismo al centro del campo, de tocar con inteligencia y de jugar con criterio. El entrenador andaluz no dejó al equipo un segundo de respiro. Quiere máxima concentración ante el Atlético y ayer el técnico «tiró del carro» y estuvo encima de cada acción, de cada jugada. No dio opción a nadie y sus indicaciones se escuchaban con total nitidez desde la banda. Cuando el balón no se movía con rapidez, Manzano pedía intensidad. «...Vamos a jugar sin balón, a permutar posiciones, quiero cambios y que jueguen en todo momento; les veo muy quietos, jueguen...»gritaba el entrenador.

Los futbolista empezaron a tocar, de defensa al medio campo, a triangular, a volver hacia atrás a dar protagonismo tanto al balón como a la línea medular. Manzano quería gol y si en los metros finales se fallaba, el técnico no se cortaba. «Parece que nos da lástima tirar a puerta, somos unos perdonavidas», le gritó el técnico a Arango. Todos los futbolistas tomaron parte de este ejercicio, iban relevándose poco a poco. Uno de los problemas quedó también localizado y, a la vez, corregido. Los mediocentros durante los partidos juegan excesivamente en paralelo. Manzano les corrigió varias veces y pidió más concentración para buscar soluciones y salir de la espesura en la que en ocasiones habita el juego mallorquinista. «¿Por qué no buscan soluciones...? no sean tan previsibles...Arango hay que picar y marcharse...venir, tocar, irse...¿los medios no os veo, dónde estáis?...no veis que estáis en paralelo ocupando una misma zona...». Manano quiere y trabaja para que su equipo juegue de memoria, tal vez lo más difícil en un grupo, aunque ya lo consiguió en su primera temporada como entrenador del Mallorca. Ahora se precisa de trabajo y de mucha concentración para llegar al nivel máximo de rendimiento que puede dar este equipo. El ejercicio de ayer no es nuevo en el libro de estilo del técnico andaluz. Tampoco es muy frecuente, pero va muy bien a la hora de recordar conceptos tanto de juego como futbolísticos.

Gregorio quiere movilidad y que el equipo salga activado desde el primer minuto. De ahí que durante todo el ejercicio gritase a sus futbolistas casi continuamente que no se quedasen parados. «...¿por qué tiene que estar todo el mundo quieto?, jueguen rápido, jueguen sin balon...ofrézcanse», insistía una y otra vez el entrenador. Pero no todo fueron arengas, también hubo gritos de ánimo cuando el ejercicio finalizaba correctamente, circunstancia que se produjo en bastantes ocasiones.