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Tolo Jaume|MADRID
Jorge Lorenzo ha vuelto. El mallorquín derrochó ayer desparpajo y ambición en la puesta en escena de Team Spain's nº1 Aprilia en Madrid, donde habló muy claro para expresar las ganas que tiene de reeditar el triunfo en la categoría del cuarto de litro. Tras unas largas vacaciones, la toma de contacto con la moto y el asfalto en Jerez y Valencia no ha sido del todo satisfactoria por las malas condiciones climatológicas que han marcado las primeras sesiones. Al respecto Lorenzo analizó que «ha hecho frío y no se ha podido salir todos los días, pero ha sido para todos igual y tampoco creo que necesite muchos entrenamientos. Por mi estaría entrenando cada día, pero lo importante es que mi cerebro está perfecto». Han sido cerca de tres meses en los que el mallorquín ha estado desfilando por los platós de las televisiones, de homenaje en homenaje y de celebración en celebración. No obstante, tanta alegría no le ha desviado ni un ápice de su deseo de repetir éxito y ya avisa de sus intenciones: «Desde fuera da la sensación de que me he relajado un poco, que me cuesta, que no soy el de antes. Pero yo creo que no. Voy a ir a ganar y a volver a tener la mirada del tigre».

En cualquier caso, el piloto no se queja del hecho de tener que responder a innumerables solicitudes tanto de aficionados como de entidades organizadoras de eventos y explica que «es lo que tengo que hacer porque me pagan por ello y, además, lo hago encantado. Es simplemente una cuestión de actitud y de intentar ser positivo». Un nutrido grupo de aspirantes acechan el trono del mallorquín, pero él sólo tiene una preocupación: «Sigo pensando que mi gran rival llevaba el 48 el año pasado y éste lleva el uno. Respeto a todos los demás porque también se juegan la vida y harán su trabajo para quitarme el número uno, pero estar bien es lo único que me tiene que preocupar». Entre los que suenan para hacerle sombra está Bautista y Lorenzo advierte que «ha conseguido el campeonato del mundo y hay que temerle un poco más. Ya veremos qué hacen. Yo tengo que pensar en mí mismo y en mi equipo».

Sobre la desaparación del número 48 de la nueva moto el piloto mallorquín aclaró que «estará en algún lado, aunque todavía no está decidido donde. El número uno no tienes muchas oportunidades de llevarlo, porque es exclusivo del campeón y ya habrá más ocasiones para poder llevar el 48». Acerca de la posibilidad de que ser el defensor del título añada presión a su trabajo Lorenzo fue tajante: «No existe la presión. No tengo presión». «Está claro que es importante ser campeón del mundo, pero realmente lo que me interesa es que al acabar el año pueda decir que soy mejor piloto y lo digo no sólo sobre la pista, si no trabajando en el box, en las relaciones con mis mecánicos, con la prensa, con los aficionados...», afirmó.